Un estudio del grupo de investigación en esquizofrenia del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, el Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla (IDIVAL) y el Centro de investigación en Salud Mental (CIBERSAM), ha evidenciado que el perfil genético de los pacientes puede predecir la eficacia que va a tener el tratamiento antipsicótico y adaptar e individualizar las decisiones clínicas a las características de cada persona.
De acuerdo con las conclusiones de esta investigación, desarrollada en colaboración con el Zucker Hillside Hospital (Nueva Cork) y el consorcio internacional EUFEST, aquellos pacientes de bajo riesgo genético tienen el doble de probabilidad de responder con éxito al tratamiento que aquellos que presentan un alto riesgo genético.
Estos resultados, recientemente publicados en la revista científica ‘American Journal of Psychiatry’, han sido replicados en tres cohortes independientes de pacientes.
Según el doctor Benedicto Crespo Facorro, director científico del IDIVAL y uno de los investigadores del trabajo, «tiene mucha trascendencia poder saber a priori que personas tienen pocas probabilidades de responder al tratamiento convencional en las fases iniciales de psicosis». «Hoy en día no existen herramientas válidas para hacer esta predicción», ha precisado.
En este sentido ha explicado que «el coste clínico, económico y humano de la enfermedad es muy alto, y avanzar en la optimización del tratamiento es muy valioso«.
En relación con el estudio, el doctor Crespo Facorro ha destacado que este tipo de estudios son el reflejo del nivel de la investigación biológica en el área de las enfermedades mentales y de la trascendencia de desarrollar proyectos colaborativos que permitan avanzar la frontera del conocimiento en esta área.
La esquizofrenia es una enfermedad cerebral grave, que afecta al 1% de la población y en la que el componente genético juega un papel importante. Por este motivo, la presencia de una huella genética catalogada de alto riesgo puede hacer que se multiplique por 15 la probabilidad de padecer esta enfermedad.
Actualmente, el tratamiento tanto en la fase aguda como en la de mantenimiento se centra en la administración de fármacos antipsicóticos, aunque entre el 30 y 40% de los pacientes no responden de manera satisfactoria.