24/11/2024

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Desde el Hospital Monte Sianí de Nueva York: «La gente se vacunará de forma masiva a mediados de 2021»

Uno de los microbiólogos más destacados del mundo es español, de Burgos y marca la fecha de mediados de 2021 para el fin del mundo pandémico. Adolfo García-Sastre (Burgos, 56 años) ve con cierto optimismo el medio plazo desde Nueva York, donde es jefe de patógenos emergentes del Hospital Monte Sinaí y catedrático en Medicina y Microbiología. Aunque en junio decía que todavía estábamos al principio de la pandemia, el avance en las vacunas nos sitúa ahora en otro escenario.

Pregunta. ¿Dónde estamos ahora?

Respuesta. Todo depende de cuándo tengamos una vacuna. Sin ella seguimos al principio de la pandemia. No estamos como antes, pero mientras haya gente que no haya pasado la enfermedad, que no haya sido contagiada y no sea inmune, esto no acaba aquí. Pero ahora hay una gran capacidad de diagnóstico y es posible intentar pararla usando medidas que, sin ser del todo efectivas, sí han ralentizado mucho el avance del virus. Por otro lado, ahora creo que nos encontramos más cerca de una vacuna y eso da lugar a que no estemos al principio.

P. Hay nueve en fase 3. ¿Es optimista sobre que podamos tener alguna efectiva pronto?

R. Sí, yo creo que la mayor parte de ellas van a ser efectivas. Lo que variará es la rapidez y las dosis disponibles que haya en un periodo corto de tiempo. También habrá diferencias en la efectividad, pero eso al principio será muy difícil de saber. Creo que la mayor parte de las que se van a aprobar van a dar lugar a cierta eficacia y espero también que no provoquen muchos efectos adversos. Aunque cualquiera los tendrá, la clave es que haya menos riesgo en ponérsela que en infectarse del virus. Una vez que la tengamos, otra cosa que desconocemos es cuánto durará la inmunización.

El problema de España es una combinación de muchos factores, incluyendo uno aleatorio que es muy difícil de controlar

P. ¿ Le ha sorprendido la paralización de la vacuna de Oxford? ¿Cree que la retrasará mucho?

R. No, no me sorprende. Es parte del camino, no creo que se retrase mucho. Y que hayan paralizado los ensayos es en realidad una buena noticia, significa que no están cogiendo atajos.

P. ¿Nos permitirá esta u otra volver a la vieja normalidad el año que viene?

R. Las predicciones más optimistas dicen que vamos a vacunarnos todos antes de fin de año. No creo que eso sea posible. Salvo desastre, lo más normal es que empiece a vacunarse la gente de forma masiva a mediados del año que viene. Eso no quiere decir que no se haya vacunado nadie antes. La inmunización a ciertos grupos al principio ayudará a controlar mejor la pandemia poco a poco.

P. ¿Qué ha fallado en España en esta segunda ola para que estemos con esta incidencia tan grande de casos? 

R. Eso no se sabe, porque es una combinación de muchos factores, incluyendo uno aleatorio que es muy difícil de controlar. Puede haber contribuido el número de contactos que hay en España con respecto al de otros países. Yo puedo comparar cómo se está haciendo aquí, en Nueva York, y creo que incluso España está haciendo mejor el diagnóstico y el rastreo de contactos. Los tres pilares que hay ahora mismo para la contención de los brotes o de posibles nuevas oleadas son diagnóstico rápido, rastreo de contactos y aislamiento y responsabilidad personal para disminuirlos. Cuantos menos contactos, cuanto más pequeños sean los grupos, cuantos menos espacios cerrados frecuentemos, mejor.

Hay tres pilares para frenar al virus: el diagnóstico trazado y el de contactos y responsabilidad personal

P. En España había muchos menos rastreradores que allí. 

R. Sí, pero en Nueva York el diagnóstico de promedio tarda una semana. Entonces, por muchos rastreadores que tengas, si han pasado siete días, el rastreo ya no sirve de mucho.

P. ¿Por qué tardan tanto?

R. Ha habido cierta complacencia en pensar: “Bueno, no sabemos todavía si esto va a suponer un problema muy gordo”. Y debido a esa complacencia no se han empleado medidas más drásticas, que cuestan dinero.

P. Muchos expertos apuntan a que eso ha pasado también en España. ¿No aprendimos de la primera ola?

R. Sí, pero la llamada segunda ola no es todavía como la primera. No es cuestión de decir no hemos aprendido nada, porque en ese caso estaríamos ahora mismo como antes, o incluso peor. Se está haciendo algo, pero no es suficiente. La cuestión es aumentar los tres pilares: diagnóstico, rastreo de contactos y responsabilidad personal. No sabemos cuál de ellos es el que está fallando más. Y por tanto, hay que intentarlos todos.

P. ¿Cómo ve la situación en España? ¿Cree que estamos entrando en una meseta tras el fuerte ascenso del verano?

R. Creo que una meseta está bien, pero hay que hacer todavía un esfuerzo mayor para bajar la meseta, porque se te puede disparar en cualquier momento. Con medidas como la apertura de los colegios, los casos van a subir, pero también se pueden subir los tres pilares para contenerlo. También con limitaciones como cierres, restricciones sociales, pero tienen más impacto personal.

P. ¿Cuáles son las grandes incógnitas que nos quedan todavía por conocer del virus?

R. Cómo se puede parar la enfermedad una vez que tiene severidad alta. En ese momento, la presencia del virus ya no es muy grande, de tal modo que si se usan antivirales tienen menos impacto que cuando toman temprano, antes de tener síntomas muy severos. Y desconocemos exactamente cómo luchar contra el virus en ese momento.

Fuente: Entrevista publicada en El País el sábado 12 de septiembre de 2020.

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