La Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) celebrará del 11 al 26 de septiembre el curso ‘Ciudades en evolución. Encuentros dialógicos con la vida no reglada‘, un proyecto en el que educación, sostenibilidad, arte y arquitectura forman parte de un sistema de conocimiento para comprender y dar respuesta a nuevas formas de organización urbana.
El curso, que tendrá lugar los días 11, 12, 13, 25 y 26 de septiembre, se llevará a cabo en modalidad online y todavía hay plazas disponibles, ha informado la UIMP en nota de prensa.
Gestionado desde la sede coruñesa de la UIMP, está dirigido por el arquitecto y educador Fermín Blanco y combinará clases teóricas y lecciones magistrales para reflexionar acerca de las nuevas formas de organización de las ciudades.
Durante el curso se visitarán realidades de autogestión de espacio rural que ayudan a fijar población al territorio y a recuperar la memoria histórica cultural de zonas afectadas por la depresión económica y la reconversión industrial.
Las diferentes vías de conocimiento que aporta este curso, entroncan con la interdisciplinariedad imperante en el mundo contemporáneo. Busca incidir en temas como gestión ambiental, urbana y territorial; gestión y producción cultural; cultura digital y educación. Para ello la sociología, la arquitectura, el arte y la pedagogía habrán de ser desgranadas e intercomunicadas durante este seminario.
Según Silvia Longueira, historiadora y directora de la Fundación Luis Seoane, las ciudades cabalgaban hacia un modelo determinado, pero por el camino nos hemos topado con esta crisis. «Por ejemplo, con la llegada de una crisis sanitaria. ¿Qué pasa con el espacio público? De pronto es un espacio que no se puede ocupar. De pronto se han ocupado sitios como el recinto ferial como un hospital de campaña u otros lugares como pabellones han sido espacios que han albergado a personas sin hogar».
Longueira añade que esto ha afectado también a la educación. «Nosotros, por ejemplo, introducimos durante el confinamiento programas de educación artística para niños, familia y sociedad en general que han funcionado muy bien. Se creó una comunidad y resultaron productos artísticos y pedagógicos. Esperamos que pueda ser un ejemplo de cómo la educación no reglada también contribuye a ese modelo de slow city o slow life. Son proyectos que son instantáneos, no tienen una planificación en sí misma».
«Esto no significa que tomemos estos modelos para solventar las deficiencias que existen. Es decir, no hagamos del modelo online un modelo educativo porque la presencialidad es más que necesaria y además es la forma de aprendizaje natural», ha añadido.