El Grupo Socialista ha advertido al PP de que «poner en valor» símbolos de la Dictadura de Franco es «manifiestamente ilegal» y le ha exigido que cumpla la Ley de Memoria Histórica, por lo que espera que el escudo franquista de la vidriera del edificio del Banco de España tenga «el mismo destino, fuera de la vida pública, que la última estatua ecuestre de Franco retirada en España, la de la Plaza del Ayuntamiento de Santander».
Así ha reaccionado el portavoz municipal, Daniel Fernández, al compromiso adquirido por el PP en el último Pleno, cuando, «para asegurar el voto de VOX» a la modificación del catálogo del edificio para albergar el futuro Archivo Lafuente, el concejal de Obras, César Díaz (PP), aseguró la intención de «poner en valor la vidriera, al margen de su simbología».
En este sentido, Fernández ha apelado al artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica, que «obliga a la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura».
Y ha censurado que el Ayuntamiento «sigue sin actuar» ante el requerimiento del Ministerio de Justicia, a principios de 2019, para que el equipo de Gobierno –entonces del PP en solitario y en la actualidad en coalición con Ciudadanos– elaborara un catálogo de vestigios de la dictadura y procedieran a su inmediata retirada.
«El único debate que deberíamos estar teniendo en Santander sobre este asunto es que sigue sin cumplirse la Ley de Memoria Histórica en la capital de Cantabria», ha aseverado el portavoz socialista, al tiempo que ha lamentado la «exaltación del franquismo que hacen la derecha y la extrema derecha».
RECUPERAR EL ORIGINAL O ENCARGAR UNA RÉPLICA CONSTITUCIONAL
Además, los socialistas han enfatizado que la vidriera que corona con el símbolo franquista del águila de San Juan el patio central del edificio del Banco de España en Santander «no es la original» del edificio inaugurado en 1929, puesto que Franco ordenó sustituirla por otra con el escudo del régimen en los años 50, «como en otras ciudades y en clara exaltación de la Dictadura».
Por este motivo, para el PSOE, en un vidriera de estas características, «al margen de la simbología» –como han argumentado VOX y el PP– «no hay nada». Por el contrario, el portavoz socialista ha abogado por recuperar la vidriera original o que el proyecto de reforma incorpore una réplica «con un escudo constitucional del mayor periodo democrático, de paz y de convivencia de la historia de España».
«En Alemania sería impensable un debate sobre poner en valor una esvástica«, ha censurado Fernández, que considera «bochornoso» el debate que «están fomentando VOX y el PP sobre este asunto».
En el mismo sentido, ha señalado que «una dotación cultural como el Archivo Lafuente, que además pretende llevar el sello del Museo de Arte Reina Sofía, no puede estar presidido por un símbolo franquista».
«El Estado no ha cedido el histórico edificio y el Ministerio de Cultura no ha firmado un convenio para que se convierta en un lugar de nostalgia y exaltación del fascismo en España», ha añadido.
CORTAR EL DISCURSO DE ODIO
Por otra parte, el portavoz municipal socialista ha ironizado sobre el «repentino interés de la derecha por conservar el patrimonio de la ciudad», en alusión a los argumentos esgrimidos para conservar el escudo franquista, cuando su «pauta de actuación» en Santander es «arrasar con su identidad en todas las obras que acomete el Ayuntamiento».
«No quieren poner en valor una vidriera; quieren retrotraernos a un pasado de exaltación franquista», ha denunciado. «Esperamos que PP y Ciudadanos no cedan a las presiones de VOX, porque sería nefasto para la imagen de la ciudad y un desprecio a la cultura de Santander», ha apostillado en un comunicado de prensa.
Finalmente, Fernández ha apelado a la alcaldesa, Gema Igual, para que «corte el discurso de odio del concejal de la extrema derecha en Santander, como ocurrió de nuevo en el último Pleno en una intervención racista y xenófoba, porque como presidenta de la Corporación no puede permitir que se cometan delitos en el salón de plenos y el discurso de odio es delito».