El número de rescates en montaña, playa, costa y traslados sanitarios por accidentes se han disparado tras la finalización del estado de alarma y han causado casi el doble de intervenciones de los servicios de emergencia autonómicos con 74 personas atendidas (un 270 por ciento más que en el mismo periodo de 2019).
Así, desde el 19 de junio, y tras 48 días en los que se han levantado las limitaciones de movilidad entre la población, se han registrado un total de 67 actuaciones, frente a las 34 del pasado año (un 97 por ciento más). Al tiempo, se han atendido a 74 personas con 4 fallecidos registrados (54 accidentados más, un 270 por ciento de incremento, dado que en 2019 se atendieron a 20 personas con 3 fallecidos en este periodo).
La consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, Paula Fernández Viaña, acompañada de la directora general de Interior, Jezabel Morán, ha informado de estos datos y ha apelado a la responsabilidad dela población para promover una actividad segura y minimizar los riesgos durante el resto del verano.
En este sentido, las estadísticas del Gobierno de Cantabria, según ha explicado Fernández Viaña, han detectado un incremento de la actividad en playas y montaña, tras el obligado confinamiento y restricciones a la movilidad, con gran afluencia de excursionistas y bañistas, algo que responde también a las recomendaciones sanitarias de buscar lugares abiertos y evitar las aglomeraciones de personas por el COVID-19. Se trata de un incremento de la demanda de rescates que «ya estaba previsto por los servicios de emergencia autonómicos», ha subrayado.
A pesar del importante incremento en el número de intervenciones y personas afectadas, el 60 % de las personas atendidas por los servicios de emergencia autonómicos han resultado ilesas y no han necesitado atención médica posterior. Son emergencias, ha señalado la consejera, en las que se ven implicadas personas desorientadas, deshidratadas y con agotamiento por cansancio importante que impide continuar la marcha, o bien, aisladas en las rocas y acantilados, en los casos de costas y playa.
La consejera ha aclarado que hasta el momento no se ha repercutido ninguna tasa a las personas afectadas por estos servicios, al no cumplirse «en ninguno de los casos» los supuestos previstos en la ley. En este punto, la directora de Interior ha señalado que se demuestra una falta de experiencia y, en aquellas situaciones a priori menores, con personas ilesas, ha justificado la intervención del equipo del helicóptero para reducir los tiempos y minimizar las consecuencias para personas con especial vulnerabilidad como personas mayores y niños.
Por último, la consejera de Presidencia ha expresado de nuevo el «orgullo» del Gobierno de Cantabria por la labor que realizan los servicios de emergencia por su «ejemplar trabajo y compromiso» y ha resaltado la coordinación de los distintos medios intervinientes: Dirección General de Interior, bomberos, Centro de Atención de 112, y equipo de intervención del helicóptero y servicios de otras administraciones públicas, que «funcionan como un engranaje».
«Sabemos que las intervenciones más llamativas son las del helicóptero, muy activo en la temporada de verano, y queremos remarcar que este servicio siempre que se moviliza es porque es el medio más eficaz para atender la emergencia en curso. Su eficacia en traslados urgentes y en misiones en áreas de difícil acceso es indiscutible, y más si tenemos en cuenta que somos una de las pocas comunidades autónomas que tiene médico en su aeronave de rescate», ha valorado la consejera, quien ha detallado que solo Asturias, Cataluña, Aragón y Alicante y cuentan con una aeronave medicalizada de estas características.
Ha recordado que el coste actual del servicio supera los 1,7 millones y que actualmente el Gobierno licita un nuevo contrato de asistencia integral del helicóptero, que supondrá un importe de 2.250.000, según el presupuesto de licitación. «Va a mejorar el servicio con un segundo helicóptero en los meses de diciembre a marzo, una máquina con más elementos de seguridad y potencia, un punto para el suministro de combustible en Tama en periodo estival y se introducirá una persona más en el equipo, al desdoblarse las funciones de gruista y mecánico», ha indicado.
Alcance de las intervenciones
La atención de las emergencias puede requerir la intervención de varios medios y equipos, que se coordinan desde el Centro de Atención de Emergencias 112. Durante este periodo de verano del presente año, el equipo del helicóptero del Gobierno regional ha intervenido en 51 ocasiones (el 76,1 pro ciento del total de intervenciones), frente a las 20 de 2019 (el 58,9 de las intervenciones), más del doble de actuaciones.
Los servicios de bomberos del Gobierno y municipales se han movilizado en 25 ocasiones (37,3 %) y el servicio de playas en 11 ocasiones (18 %). También se ha elevado el número de intervenciones que han requerido activar mecanismos bilaterales de colaboración con las autonomías limítrofes: en 2020 en 5 ocasiones (7,5 % de las ocasiones) frente a ninguna del pasado año.
En cuanto a las personas atendidas en este periodo de 2020, se han registrado cuatro fallecimientos, 13 personas han resultado heridas graves y 12 leves. También, otros 45 han resultado ilesos, lo que representa más del 60 por ciento de los casos.
El Centro de Atención de Emergencias 112 ha incrementado su actividad de forma notable y desde el fin de confinamiento el 112 ha atendido 41.199 llamadas, de las cuales 21.625 han sido de emergencias.
Consejos preventivos
La consejera de Presidencia ha aprovechado la comparecencia para ofrecer a la ciudadanía una serie de consejos para moverse con seguridad y extremen las precauciones en las actividades físicas y de ocio propias de la época estival.
Así, ha informado que para practicar deportes al aire libre es necesario disponer de equipos adecuados a la disciplina elegida; informar a familiares o amigos de la actividad que se va a realizar y del lugar al que se va a acudir; llevar el teléfono móvil cargado; consultar los partes meteorológicos y respetar las indicaciones de las autoridades competentes al respecto, fundamentalmente en el mar y la montaña.
Además, si la actividad requiere un gran esfuerzo es necesario mantener una buena hidratación, llevar comida, protegerse del sol, y adaptar la exigencia de la disciplina a las condiciones físicas de cada persona.
Es importante, también, ser prudente en las playas y respetar las banderas indicativas de la peligrosidad del agua, hacer caso de las advertencias de los socorristas, y extremar las precauciones en el baño, fundamentalmente en los arenales que carezcan de servicio de vigilancia.
La mar es especialmente peligrosa por lo que hay que evitar meterse más allá de las zonas en las que se hace pie; tener en cuenta las subidas y bajadas de su nivel, en el Cantábrico muy acusadas; la altura de las olas, y conocer las corrientes. Para baños en playas desconocidas se aconseja extremar la prudencia y quedarse en zonas en las que se pueda garantizar la salida del agua en todo momento.
En ríos, pantanos y piscinas el baño debe realizarse en zonas acotadas, si las hubiera, cerca de la orilla y lejos de corrientes y siempre mejor, como sucede con las playas, en áreas en las que se haga pie. En estos espacios es necesaria la vigilancia continua de los menores, y en el caso de que estos utilicen elementos de ayuda a la flotabilidad fijarse en que hayan pasado los controles de calidad establecidos.
Asimismo, en días calurosos hay que proteger a niños, ancianos y personas con algún tipo de patología de la incidencia del sol, mantener niveles de hidratación adecuados, y no realizar esfuerzos en las horas centrales del día para evitar golpes de calor.
Medidas de prevención contra el COVID-19
Además de los consejos comunes para evitar accidentes, el Gobierno autonómico recuerda a la población que es necesario respetar las medidas de distanciamiento e higiene impuestas por la crisis sanitaria que vivimos.
Hay que seguir manteniendo la distancia de seguridad de 1,5 metros entre personas no convivientes, es obligatorio el uso de mascarilla en espacios públicos, es necesario lavarse las manos de manera frecuente, y no compartir utensilios personales.