La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Santander ha aprobado no revisar las tarifas de agua para 2019, lo que supone no repercutir el 2,2% del IPC, tras detectar la Intervención Municipal que Aqualia ha alcanzado en los 10 primeros años de concesión un superávit mayor al previsto en la oferta con la que se hizo con la gestión de este servicio por un periodo de 25 años.
El concejal de Medio Ambiente y Movilidad Sostenible, Ignacio Quirós, ha anunciado este martes en rueda de prensa esa decisión de «congelar las tarifas» para el próximo año y la aprobación del inicio de un expediente para el reequilibrio financiero de la concesión, cuya resolución llevará unos tres meses y en base al cual se determinarán las medidas a adoptar.
Según el informe realizado por la Intervención Municipal, Aqualia ha obtenido desde el 1 de enero de 2006 hasta el 31 de diciembre de 2015, un superávit de 2.439.000 euros frente a los 1.649.000 previstos en la oferta, lo que supone 790.000 euros más –son 79.000 euros más obtenidos en cada uno de los 10 años analizados–.
Esta situación no se dio en el primer informe de control financiero del contrato del servicio de abastecimiento de aguas y alcantarillado, en el que se analizó el periodo desde el 1 de enero de 2006 a 31 de diciembre de 2010 –se realiza uno cada cinco años–, en el que la concesionaria tuvo un déficit de 1,6 millones de euros, algo previsible durante los primeros años en contratos de tan larga duración.
El superávit logrado a favor de la empresa hasta 2015 no sólo ha tenido que ver con llevar ya más años gestionando el servicio sino también a la estructura tarifaria implantada en 2012, en la que se eliminaba el sistema de mínimos (40 m3) y se establecía el cobro por consumo «real».
Con la nueva estructura, se quería fomentar el ahorro de agua y se preveía una reducción total del consumo de un 10% y, aunque el concejal ha asegurado que un 69% de los abonados se han beneficiado de la nueva estructura tarifaria y pagan menos desde 2012, en términos globales no se ha reducido el consumo por lo que la concesionaria ha ingresado 790.000 euros más de lo previsto entre 2006 y 2015.
Por ello, en el informe, que se debatirá en el pleno de este jueves, 29 de noviembre, la Intervención recomienda adoptar medidas para el equilibrio económico-financiero como «reducción de tarifas, aumento del canon por inversión en obras o la habilitación de los medios necesarios conforme al pliego de prescripciones técnicas a través de la apertura de un expediente administrativo de equilibrio económico-financiero que determine finalmente las medidas a adoptar».
En base a ello, además de aprobar la suspensión de la revisión de las tarifas según el IPC –que es lo que está establecido en el contrato– y por tanto su congelación para 2019, el equipo de Gobierno (PP) también ha aprobado el expediente para el reequilibrio financiero de la concesión del servicio de aguas, para el que se designará un instructor, para determinar las medidas a adoptar para que «ese superávit» de Aqualia «no vaya a mayores» en los próximos años.
Estas decisiones, ha destacado Quirós, se han adoptado tras conocer el informe de control de la concesión elaborado por la Intervención, con fecha del pasado 14 de noviembre, por lo que «la reacción ha sido inmediata». El informe muestra que Aqualia ha logrado un superávit mayor del previsto y evidencia un desequilibrio financiero «a favor de la concesionaria» de 790.000 euros.
Aunque esa cifra que indica el informe, según Quirós, «hay que relativizarla porque el servicio factura anualmente del orden de 17 millones de euros y, en diez años, esa cifra supone 79.000 euros anuales» pero, para corregirla y «equilibrar la diferencia», el expediente abierto determinará qué medidas se toman para que «no continúe aumentando ese desequilibrio».
El concejal ha recordado que una situación similar se dio en el contrato con la concesionaria de la OLA que, tras un informe de la Intervención, tenía que abonar al Ayuntamiento un montante de 1,2 millones de euros. La situación acabó en los juzgados y el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) dictaminó y después ratificó que la empresa concesionaria tiene que abonar más de 800.000 euros al Consistorio.
Preguntado por si se podría dar esa misma situación y que Aqualia tenga que devolver dinero al Ayuntamiento, Quirós ha indicado que «puede suceder pero, de momento, se tomarán medidas para que eso no ocurra».
«MUY SATISFACTORIA» LA GESTIÓN DE AQUALIA
Sobre la gestión del servicio por parte de Aqualia, el concejal ha afirmado que es «muy satisfactoria» porque, al tratarse de un empresa que lleva el servicio de aguas en cientos de localidades, permite implantar desarrollos tecnológicos que, de otra forma, no sería rentable en una ciudad pequeña como Santander, con 172.000 habitantes.
En cuanto a las inversiones en la red de abastecimiento y alcantarillado, que cuenta con unos 300 kilómetros de tuberías, Quirós ha señalado que, como en cualquier ciudad, «hay partes que tienen una antigüedad más elevada y otras que son más nuevas» pero lo que se intenta es que, en cada obra que se hace en la ciudad, «si es posible y necesario» se trata de sustituir la red dentro del propio contrato de las obras.
Pero, además, ha destacado que el contrato de concesión del servicio con Aqualia incluye la obligación de invertir todos los años en renovar la red y la «cantidad está calculada sobre los metros cúbicos facturados». En estos momentos, esa cantidad es de 1,2 millones de euros que se invierten en sustituir redes de saneamiento y abastecimiento.
La propia empresa determina cuáles son las zonas donde, por antigüedad o problemas de averías, es más oportuno renovar las redes, aunque posteriormente es la Comisión de Seguimiento del Contrato de Aguas determina y elige «la prioridad de las actuaciones». Desde el inicio del contrato en 2006, Quirós ha ensalzado que la concesionaria «debería haber realizado obras de inversión a través del canon del orden de 24 millones de euros».
Uno de los «problemas más importantes» que se ha eliminado desde que Aqualia comenzó a gestionar el servicio han sido «las fugas de agua». «La perdida de agua se ha conseguido reducir del orden de un 35%, lo que supone una cantidad muy considerable», ha dicho.