El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha reivindicado el papel jugado por las instituciones para afrontar la situación vivida en la comunidad autónoma desde marzo como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
En este sentido, ha hecho referencia al «fundamental» papel de los ayuntamientos y juntas vecinales como instituciones más próximas a los ciudadanos, atendiendo las necesidades de los vecinos.
Revilla, que ha presidido en Puente San Miguel (Reocín) el acto central del Día de las Instituciones que conmemora la unión administrativa de las Juntas y Valles de la Junta General de Cantabria que tuvo lugar en 1778, ha hecho extensible este reconocimiento a colectivos vinculados con el ámbito sanitario, voluntariado, ONGs, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Protección Civil, bomberos, agentes forestales y Cruz Roja, entre otros.
Gracias a estas actuaciones, ha indicado, hemos tenido la sensación de que nadie en esta tierra ha quedado desprotegido.
Aunque ha calificado la situación actual como «complicada», también ha asegurado que se trata de un momento de oportunidades y que el COVID-19 ha permitido descubrir numerosas certezas.
Entre ellas, ha citado que «los españoles somos un gran pueblo«, asegurando que los ciudadanos han sido «un ejemplo extraordinario» de cumplimiento de las normas establecidas.
En su intervención, el presidente regional también ha asegurado que la crisis sanitaria ha descubierto el valor del sector primario y su contribución a garantizar a la población la disponibilidad de alimentos.
La primera necesidad del ser humano no es la sanidad ni la vivienda, ha señalado, es la alimentación, criticando la reducción de las ayudas europeas al sector primario.
Dentro de las certezas que ha mostrado esta crisis sanitaria ha incluido el problema de la despoblación rural y la aglomeración de la población en las ciudades. Sobre esta cuestión, en la que todo el mundo está de acuerdo aunque se adopten medidas que van en dirección contraria, ha comentado la necesidad de incorporar servicios e infraestructuras en las zonas rurales que permitan recuperar un cierto equilibrio territorial.
Coste de los servicios frente a criterio poblacional
Para ello, Revilla ha reclamado un reparto de los recursos y de fondos económicos entre las comunidades autónomas basado en el coste de los servicios y no en la población, asegurando que Cantabria ha sido la región más perjudicada de España por parte del Estado en la distribución de los 16.000 millones de euros del fondo COVID-19.
Nadie va a mantenerse en un núcleo rural si cerca no hay un consultorio, un colegio, una carretera o una conexión a internet, ha destacado.
Además del reparto del fondo COVID-19 de 16.000 millones, que ha considerado «una injusticia absoluta», el presidente de Cantabria ha señalado que Cantabria también ha sufrido el recurso judicial presentado por el Gobierno de España para pagar 22 millones de euros correspondientes al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, el desconocimiento sobre el pago de 45 millones adeudados por la recaudación del IVA correspondiente al ejercicio 2017 o la falta de «explicación razonable» sobre la imposibilidad de que los municipios dispongan de sus ahorros de 450 millones de euros.
Ante esta situación, ha adelantado que en la Conferencia de Presidentes convocada para el próximo viernes se verá si en el reparto de los 140.000 millones de euros que España recibirá de Europa impera el criterio racional de atender las necesidades de los ciudadanos en función de su coste o predomina el criterio poblacional.
Revilla ha trasladado su preocupación ante el hecho de que la población también sea el criterio a considerar en la futura Ley de Financiación Autonómica, asegurando que Cantabria se juega su futuro al ser un territorio disperso y con unos servicios con costes muy altos.
Al final de su intervención ha tenido un «reconocimiento sincero» al comportamiento de los grupos políticos de la oposición durante la crisis sanitaria, reconociendo su apoyo para sacar adelante iniciativas para contener la pandemia en Cantabria.
«Hemos dado un ejemplo de que en momentos difíciles podemos estar juntos», ha señalado, haciendo un llamamiento a los partidos políticos para mantener esta unidad en la defensa de reivindicaciones justas y beneficiosas para Cantabria que se plasme en los presupuestos del próximo año.
Sobre la conmemoración del Día de las Instituciones, aunque ha reconocido que este año se trata de un acto descafeinado en relación con otros años al no contar con la participación de público, ha defendido la importancia de su celebración para no olvidar la fecha del 28 de julio de 1778 como primer eslabón de una cadena que de una manera irreversible ha conducido a la realidad que hoy representa Cantabria.
El presidente regional, en representación de todos los cántabros, ha finalizado el acto con vivas a Cantabria y a España
Acto institucional
Como consecuencia de la crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus, este año los actos que tradicionalmente se han venido celebrando en el Parque de La Robleda con la asistencia de público se han traslado al salón de actos de la Casa de Cultura.
En el acto, el presidente regional ha estado acompañado por el presidente del Parlamento de Cantabria, Joaquín Gómez; la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones; y el alcalde de Reocín y presidente de la Federación de Municipios de Cantabria, Pablo Diestro.
Entre las autoridades asistentes también han estado el vicepresidente del Gobierno regional, Pablo Zuloaga, el resto de consejeros del Ejecutivo cántabro y una amplia representación de alcaldes e instituciones de la comunidad autónoma.
Tras el acto en la Casa de Cultura, las autoridades se han trasladado a la Casa de Juntas donde Miguel Ángel Revilla, a los acordes de una tonada tradicional cántabra, ha depositado un ramo formado por quimas de tejo y roble, árboles que simbolizan la unión entre la Cantabria antigua y moderna, ante el monolito en recuerdo y homenaje a los que lucharon por el autogobierno de la región.