La Sala Robayera de Cudón (Miengo) acoge a partir de este sábado, 18 de julio, la primera exposición individual de su nueva temporada, titulada ‘Archivo de sombras’ y basada en una selección de obras pertenecientes a la producción más reciente de la pintora canaria Cristina Toledo.
Esta muestra, la primera de esta pintora en Cantabria y que abre sus puertas a partir de las 20.00 horas, se ha organizado con el apoyo del Ayuntamiento de Miengo y la Consejería de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria.
Las obras seleccionadas pertenecen a la serie ‘Una historia victoriana’, vertebrada por un conjunto de composiciones realizadas a lo largo de los dos últimos años, en los que la artista interpreta a través de la pintura un archivo de fotografías recogidas de internet, prensa o archivos familiares.
La nota común de todas estas imágenes es su contextualización dentro de la época victoriana, un periodo que abarca desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX en el que la fotografía alcanzó notoriedad. El archivo utilizado por Toledo parte de contenidos que se popularizaron en aquel momento, incluyendo fotografías de reportaje, publicitarias, de moda, salud y belleza, celebridades, así como imágenes de luto o «mourning pictures» e incluso del género de la «madre oculta» o «madre fantasma».
El cuerpo de las mujeres protagoniza la mayor parte de estas composiciones, casi siempre en actitud ensimismada o impidiéndonos ver su rostro, bien porque se oculta con algún tipo de elemento o bien porque da la espalda al espectador, situándose en el lado opuesto al retrato clásico.
De hecho, el título de ‘Archivo de sombras’ tiene que ver precisamente con la importancia de lo no mostrado, lo invisible, la parte de un espacio a la que no llega la luz.
Las fotografías antiguas son plasmadas en óleo sobre lienzo utilizando siempre una gama de negros, blancos, grises o marrones con alguna nota puntual de otro color. La artista pone un énfasis particular en los peinados, los ornamentos y los pliegues, que dotan a las figuras de corporeidad mientras sus rostros se ocultan.
La pintora busca siempre imágenes enigmáticas, evocadoras o misteriosas que le permitan propiciar nuevas lecturas a través de la pintura. Frente a las formas vaporosas de las fotografías antiguas, la técnica pictórica de Toledo enfatiza la dureza de la pincelada en la construcción del volumen y hace visible la luz blanca, dura, de la pantalla digital de las imágenes de internet, que en determinadas zonas hace que los volúmenes de ciertos elementos resulten indistinguibles.
Cristina Toledo, nacida en Gran Canaria pero afincada en Madrid, posee una trayectoria artística que ha sido reconocida con premios como el de Jóvenes Pintores de la Fundación Gaceta de Salamanca en 2017, el Premio Miradas de la Fundación Jorge Alió de Alicante en 2016 o el Primer Premio del Primer Certamen de Pintura Mardel en 2013.