La consejera de Economía y Hacienda, María Sánchez, ha participado por videoconferencia en la reunión de lanzamiento de la iniciativa europea piloto sobre la promoción de la participación de la sociedad civil en la política de cohesión, organizada por la DG Regio de la Comisión Europea y expertos de la OCDE, donde ha respaldado la decisión de impulsar la participación de la sociedad civil en la definición de una estrategia enfocada a la transición hacia una economía baja en carbono y sostenible.
Para Sánchez, que ha estado acompañada de la directora general de Fondos Europeos, Paz Díaz, esta transición debe ser una de las «estrategias fundamentales» de los nuevos fondos estructurales y, por ello, ha apostado por incluir en los futuros fondos FEDER y FSE «instrumentos que impulsen el cambio de modelo» de una manera «global, participativa y conjunta».
En este sentido, durante la reunión la consejera ha presentado un proyecto enfocado a plantear la transición hacia una economía baja en carbono tomando como referencia el territorio de la cuenca del Besaya, a través del desarrollo de herramientas que faciliten el diálogo entre el medio rural y urbano, siendo el principal objetivo la creación de una plataforma urbano-rural que fomente el intercambio de comunicación y el trabajo colaborativo a favor de la economía baja en carbono y sostenible.
Según ha explicado la responsable de Economía, gracias a este plan se recibirá la asistencia técnica especializada de expertos del área de Gobernanza Abierta de la OCDE, quienes durante los próximos doce meses asesorarán a miembros del Gobierno de Cantabria, de las entidades locales involucradas, así como a representantes de la sociedad civil regional para lograr desarrollar una hoja de ruta específica para la zona, que pueda insertarse en los futuros planes operativos y obtener financiación.
La Consejería de Economía y Hacienda, autoridad gestora de los fondos FEDER en Cantabria, ha diseñado esta iniciativa basándose en las características territoriales de la región y partiendo de la idea de que existe una importante brecha entre el medio rural y el urbano, así como problemáticas muy marcadas en relación a la transición hacia una economía baja en carbono.
La sesión ha contado con representantes de los otros cuatro proyectos aprobados por la Comisión Europea: el Centro Europeo de Transportes de Polonia, la región de Emilia Romagna de Italia, las autoridades de gestión de los programas INTERREG de cooperación territorial de Bélgica y Holanda y las de Rumanía y Bulgaria. Todos ellos trabajarán para impulsar la participación de la sociedad civil en sus respectivos proyectos y compartirán los resultados serán a nivel europeo a través de la propia Comisión Europea.