Ecologistas en Acción estima que más de 2.000 hayas han sido taladas en el Parque Natural Saja Besaya desde que en 2013 se reanudaran estas «cortas prohibidas» por decreto en el año 1986, pero que treinta años después, con la anulación de tal decreto que prohibía la tala de arbolado autóctono en Cantabria, se volvieron a producir.
Así lo indica la organización ecologista en un escrito dirigido a las direcciones generales de Medio Ambiente y Medio Natural del Gobierno de Cantabria, a la Dirección de Medio Ambiente de la Unión Europea (UE), a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), al director del Parque Natural Saja Besaya, a la Fiscalía de Cantabria y al SEPRONA, a quienes solicita que se proceda a la suspensión de estas talas.
En ese escrito, remitido a los medios de comunicación, Ecologistas en Acción apunta que, durante estos últimos cincos años, se viene talando el hayedo del Monte Saja, en el corazón del Parque Natural, y en el monte Colladas y Collugas en Bárcena Mayor.
Frente a las denuncias de esta organización sobre las talas, EAC lamenta que «se han vertido todo tipo de mentiras, que poco a poco, una a una, han ido cayéndose por su propio peso, hasta que ahora, por fin, se nos dan la razón al afirmar desde la Consejería de Medio Rural que son aprovechamientos comerciales, algo que veníamos diciendo desde hace años, que el motivo principal de estas talas no es otro que el puramente comercial».
Los ecologistas indican que, en principio, se dijo que eran «aprovechamientos tradicionales» para surtir de leña a los vecinos o que obedecían a ciertos planes para la reintroducción del urogallo y el oso pardo, o que eran actuaciones selvícolas y que favorecían al hayedo con sus clareos.
Critica que estos aspectos se llegaron a afirmar, incluso, en el Parlamento de Cantabria o en diversos informes emitidos, como el remitido en mayo de 2015 a la Fiscalía General del Estado por la Consejería de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural y la Dirección General de Montes y Conservación de la Naturaleza a requerimiento de esta Fiscalía, en el que «en varias ocasiones y con rotundidad de afirma que lo que se ha planteado en el Parque Natural Saja Besaya está muy lejos de un aprovechamiento maderero industrial, sino que es de carácter vecinal, con el único fin de abastecer de leñas a los habitantes de su entorno».
Por otro lado, añade que «tampoco se conocen los beneficios que la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga, beneficiaria de las talas, obtiene de las mismas, ni tampoco en que se emplean, debido a la falta de respuesta a nuestros requerimientos de información», que «han tenido el silencio como respuesta durante todo este tiempo». Estos montes han sido históricamente explotados por la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga hasta la citada suspensión de 1986, cuando «se destaparon diversas irregularidades contables».
Ecologistas en Acción Cantabria considera que dichas talas, a las que acompañan el movimiento de maquinaria pesada, apertura de nuevas pistas por medio del bosque o la reapertura de otras en desuso, erosionan el terreno al producirse las talas en laderas de máxima pendiente intensificando los efectos de la escorrentía superficial y generan la perdida de capacidad de infiltración y esponjamiento de los suelos.
Asimismo, dicen que potencian el mayor impacto de las lluvias, crecidas e inundaciones aguas abajo, teniendo en cuenta la pronunciada inclinación del terreno donde está produciéndose esta deforestación localizada, en la cabecera del río Cambillas y canales adyacentes que desembocan en este afluente del río Saja.
Además, denuncia que se está produciendo el abandono de residuos y la circulación de camiones de gran tonelaje por una carretera considerada de Especial Protección por la que tienen prohibido el tránsito de estos vehículos, a lo que hay que sumar «el abuso del aprovechamiento de leñas muertas y rodadas para proveer de leña a los vecinos, con lo que sí estamos de acuerdo, si no fuera porque lejos de ser un tipo de aprovechamiento tradicional, se ha convertido en todo lo contrario, donde los mejores árboles son arrastrados por medio del bosque por maquinaria pesada y apilados en grandes cantidades a pie de pista para su traslado».
En opinión de Ecologistas en Acción, todo lo expuesto anteriormente contraviene el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) vigente y «no conserva, mantiene y ni mucho menos mejora el Parque Natural Saja Besaya, razones por las que solicitamos, nuevamente, la suspensión inmediata de las talas comerciales en el interior de este Espacio Natural Protegido».