Así es, ni los más viejos del lugar recordarán cuándo ha habido unos santiagos sin toros. La Fiesta, desde hace muchos años ha sido uno de los signos de identidad de Santander en fiestas. La feria del norte este año se queda sin feria…y sin norte. Esta maldita pandemia que nos acosa no se acaba de marchar, parece que se va, pero vuelve. En este mismo periódico digital se ha publicado una documentada explicación sobre los famosos PCR y el personal se habrá dado por enterado de para qué sirven. Pero, ojo, los PCR no son garantía de ausencia de no contagio. Es verdad que Cantabria ha sido una de las regiones menos castigadas y mejor preparadas para afrontar este castigo, pero aún así no ha sido suficiente para poder disfrutar de sus fiestas y sus toros. El mundo del toro ha sido especialmente castigado pues se quedan en el campo del orden de 6.000 toros cuyo destino final en su mayor parte será el matadero, cerrándose así un ciclo especialmente ruinoso para el ganadero a quien le van a pagar por sus toros apenas un 10% lo que cuesta su crianza: alimentación, desparasitación, tientas, herrado, curas, etc., etc.
Lo que tampoco tiene solución es la falta de ingresos del 90% de los matadores- a penas si un 10% del escalafón son “ricos”-, picadores, banderilleros, mozos de espadas, y todo lo que se mueve alrededor del toro.
No nos olvidemos tampoco del empresario taurino que no se ha podido acoger al subsidio del cese temporal de actividad y es que el mundo del toro, aún siendo Cultura, está dejado de la mano de los políticos de turno. Para el ministerio del ramo, la fiesta de los toros no existe.
Y para terminar con el capítulo de pérdidas, otra irreparable es la que sufrirá la comunidad cántabra. No podemos fijar la cuantía pero sí decir que serán varios los millones de euros que no fluirán estas fiestas: comercio, hostelería, taxi y servicios en general serán los mayores perjudicados.
En varias comunidades se está estableciendo un 75% de aforo en espectáculos como el máximo permitido aunque también se está especulando con la cifra de 500 ó 1.000 espectadores máximo en recintos cerrados. Sería mucho pedir que se pusieran de acuerdo sobre si son 500, 1000 o el 75%?. Porque si fuera este último el caso, sería factible programar festejos taurinos. Sin embargo, mientras deciden, el verano va pasando y las ferias también. Un poquito más de diligencia sería aconsejable.
