La Federación Cántabra de Asociaciones de Vecinos (FECAV) ha pedido el apoyo de los ciudadanos y las instituciones al pequeño comercio, uno de los sectores que estará «muy dañado» a la salida de la pandemia del coronavirus y, como consecuencia de ello, también dañará el entramado social del barrio.
En este sentido, la FECAV señala en nota de prensa que con la posible desaparición de numerosos pequeños negocios, la idea de barrio como lugar de convivencia dará paso a «otro modelo», el de un lugar «sólo para dormir, con escasez de servicios y condenado al uso de las grandes superficies, tanto para el ocio como para las compras».
Esta situación, sostiene, acabará afectando también a los mercados municipales, que dejarán de jugar a su juicio «un papel determinante» en la cohesión del propio barrio.
Frente a ello, la FECAV defiende un modelo de ciudad «consolidada», en el que «prime el interés general, donde los usos de suelo no se reduzcan al meramente residencial, abocándolos a simples barrios dormitorio». Por esta razón, considera «imprescindible» la promoción del comercio de proximidad para los barrios de las ciudades y los pueblos.
Junto a ello, sostiene que el pequeño comercio promueve una oferta de trabajo «digna y estable», con uno o dos trabajadores (incluido el titular) por negocio de media.
Por ello, plantea un apoyo al sector basado en tres ejes; por un lado, demandar medidas a los gobiernos central, regionales y locales, como campañas de sensibilización y promoción, diseño de espacios de conciliación en los ejes comerciales de los barrios, desarrollar mapas y zonas de comercios, potenciar el uso de nuevas tecnologías para mejorar servicios como la compra on line, o una línea de subvenciones.
Un segundo eje pasa por requerir a los parlamentos e instituciones en general que adopten las medidas legislativas oportunas para impulsar el comercio de proximidad frente a la implantación de nuevas grandes superficies comerciales, «cuya fase de expansión histórica parece haber terminado, en aras del interés general, la protección medioambiental, la ordenación del territorio, el urbanismo sostenible y la cohesión social».
Por último, la FECAV plantea demandar a la ciudadanía que apoye al comercio de su barrio y a los mercados municipales comprando en ellos, al ser «una forma directa de salvaguardar muchos empleos que podrían estar en peligro».
Imagen: Ricardo Sáenz, Presidente de la Federación Cántabra de Asociaciones de Vecinos (FECAV).