El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha asegurado que le «encanta» la obra diseñada por el artista cántabro Okuda San Miguel para el faro de Ajo, en el municipio cántabro de Bareyo, y ha lamentado la polémica suscitada en torno a este proyecto.
En este sentido, ha dicho que respeta todas las opiniones contrarias a esta iniciativa, que han venido por parte de asociaciones culturales y algunas formaciones políticas, no por la valía del artista, sino por la idoneidad del proyecto en ese lugar, aunque se ha mostrado convencido de que cuando se haga «seguro que cambiarán las cosas».
También ha destacado el hecho de que este «gran artista cántabro», que tiene obras en grandes ciudades de todo el mundo, entre ellas de Japón y Estados Unidos, quiera dejar plasmada en su tierra una «obra emblemática» como la proyectada en el faro de Ajo.
Así lo ha señalado Revilla al ser preguntado por esta polémica en la rueda de prensa telemática que ha ofrecido tras la conferencia de presidentes autonómicos con Pedro Sánchez, y sobre la posibilidad de que el Gobierno regional, que ha apoyado la obra, pueda no llevarla a cabo finalmente.
Tras señalar que este proyecto es fruto de un acuerdo entre la Autoridad Portuaria, propietaria del faro y del terreno, y el Ayuntamiento de Ajo, Revilla ha dicho que no iba a «escurrir el bulto» y ha manifestado que le «encanta» el diseño multicolor elaborado por «nuestro gran artista Okuda».
«Para gustos están los colores, y en este caso hay muchos colores, pero vamos ni es un monumento histórico, ni es nada, es un faro reciente de hormigón«, ha aclarado en referencia a algunos de los argumentos esgrimidos por los detractores del proyecto.
A continuación, ha lamentado que un artista que tiene obras en todo el mundo, que «son visitadas y son motivo de alabanza», de hecho el New York Times «le calificaba el otro día como un artista de dimensión internacional único», ha dicho, se vea afectado por esta polémica, pero «estoy seguro que cuando la obra se haga cambiarán las cosas», ha recalcado.
Al respecto, ha asegurado que la «mayor polémica que se ha organizado en el mundo» por un asunto similar fue «cuando alguien decidió poner la Torre Eiffel en medio de Paris, aquello fue casi una guerra civil», cuando ha sido «lo más rentable» de la historia para la capital francesa.
«En cuestión de gustos no hay nada escrito, pero a mi ese faro pintado por Okuda me gusta mucho«, ha zanjado,