El próximo día 25 de noviembre se recuerda a las víctimas de la violencia de género. Es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. El domingo día 25 de noviembre recordaremos a las víctimas y reclamaremos el fin de la violencia de género. Ni una víctima más. Ni una denuncia más. Y adelante con todos los instrumentos que la administración tiene en favor de todas las mujeres de este país. En Cantabria, en Santander se ha desarrollado una iniciativa enfocada desde la enseñanza al mundo real. Adolescentes que han visto de cerca, en primera línea y por sorpresa lo que supone la violencia de género.
CUATRO ‘CADÁVERES’ EN EL SUELO
El Colegio Julio Blanco de Santander, situado en el barrio de Cueto, amaneció el martes 6 de noviembre con dos prostitutas en performance y cuatro maniquíes en el suelo del patio, envueltos en bolsas negras y cubiertos de sangre. Los alumnos cuando llegaron al centro educativo a primera hora de la mañana, cuando entraron en el patio central no salieron de su asombro. Asustados, sin entender nada de que lo había ante sus ojos se llevaron las manos a la cabeza. Previamente habían visto un cementerio lleno de cruces de color malva en la entrada del centro escolar.
Tras una explicación por parte de los profesores del centro, todos los alumnos del centro educativo, los 32 alumnos, decidieron mostrar su apoyo unánime a esta iniciativa que pretende educar desde una triste realidad.
«Mi cuerpo fue el lugar que tú elegiste para descargar tu miedo. Ahora la tierra lo cubre y sólo, sólo puedo esperar respeto para descansar EN PAZ». Así describe la primera y gran cruz de este cementerio malva de Cueto que recoge un total de 43 cruces, que responde al número de víctimas de violencia hasta la fecha. Y se espera no tener que ampliarlo.
CENTRO ESCOLAR DE FORMACIÓN PROFESIONAL
Colectivos como Mujeres Jóvenes de Cantabria o la UNG Nueva Vida han ido a conocer de cerca esta iniciativa original y espléndidamente dirigida por los 9 profesores que hay en el centro escolar. El colegio Julio Blanco es un centro educativo ubicado en el barrio de Cueto, en concreto en la C/Camus nº 30, muy cercano al faro de Cabo Mayor y a las playas de Mataleñas y del Sardinero. Un barrio en plena expansión. De los nueve profesores seis son hombres y hay tres mujeres. En el centro estudian adolescentes de la Formación Profesional Básica de Carpintería y Metálica, con mantenimiento de vehículos, carpintería y mueble.
Se trata de alumnos que no han acabado la enseñanza secundaria, en su mayoría no les gusta los estudios reglados. No les encaja el sistema educativo actual. Hay españoles y extranjeros. Actualmente son 32 alumnos con edades de entre los 16 y los 21 años. Son alumnos que no quieren estudiar en el formato como el resto de alumnos de su edad, y además poseen algún tipo de problemática familiar. Son chicos y también ha habido chicas en otros momentos.
El proyecto que han desarrollado los 9 profesores bajo el lema «Me quiero libre y viva» tiene como objetivo la concienciación de la realidad de esta situación social y del fin de la violencia, de la violencia machista que hay en nuestra sociedad. El conjunto del profesorado ha hecho un trabajo realmente emotivo y lo ha hecho por los alumnos y por su propia formación como profesionales del mundo de la docencia.
Begoña Ruiz es una de profesores del centro Julio Blanco y afirma que «el proyecto me parece tan fundamental como obligatorio para que el objetivo del 25 de noviembre cale en la ciudadanía. Es una carrera de fondo y nosotros hemos querido aportar una iniciativa educativa».