El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, José Luis López del Moral, ha afirmado que reprogramar todos los juicios suspendidos durante los dos meses transcurridos desde la declaración del estado de alarma, va a ser un proceso «largo» y «va a llevar trabajo». Sobre el horizonte temporal para conseguirlo, ha subrayado que «cualquier pronóstico es aventurado».
«Vamos a ir de menos a más, señalando poco y viendo cómo funciona el sistema», ha explicado en una entrevista concedida a Europa Press.
López del Moral espera que los órganos judiciales de la región puedan empezar a señalar cuanto antes los juicios a celebrar una vez que el Gobierno de la Nación levante la suspensión de plazos que acompañó al estado de alarma por la epidemia de coronavirus, que supuso la suspensión de todos los juicios salvo los urgentes.
El presidente del TSJC ha precisado que antes de comenzar con los señalamientos hay que «conocer bien los aforos de los edificios». Con esa idea la Consejería de Justicia del Gobierno de Cantabria está realizando un estudio sobre el aforo máximo que permita mantener la distancia interpersonal de dos metros.
Un estudio que la sala de gobierno del TSJC espera conocer la próxima semana, para en función de ello comenzar a señalar los juicios suspendidos durante el estado de alarma. También es necesario avanzar en el plan de reactivación de la actividad judicial para la incorporación gradual de los funcionarios a los juzgados.
PLAN DE REACTIVACIÓN
Hasta ahora los servicios esenciales eran cubiertos por el 22 % de la plantilla. Con el comienzo del plan de reactivación de la actividad judicial, esta semana se han incorporado a los juzgados un 35% de los funcionarios judiciales y en la segunda fase -prevista inicialmente para esta próxima semana pero que se ha retrasado- ya serán más de la mitad.
Una vuelta progresiva en la que según López del Moral no se han producido «incidencias relevantes». «Vamos cogiendo la dinámica, nos sirve para calcular bien las distancias de seguridad, que a veces es complicado» por las características de las sedes judiciales, ha explicado.
El presidente del TSJC ha precisado que para junio y julio ya había juicios señalados desde antes de la declaración del estado de alarma que conllevan una concentración de personas mayor a la del nuevo aforo de las sedes judiciales. Eso supone que también habrá que reprogramarlos y espaciarlos, con lo que una parte se va a «demorar». Así, ha señalado que si en una jornada hay diez juicios señalados, probablemente solo se podrán celebrar cinco.
Además, al cuello de botella que se ha generado durante estos dos meses hay que añadir todos los asuntos que entren nuevos, que en parte tendrán que ver con la situación económica «complicada» provocada por la pandemia de coronavirus.
Para salvar el problema de espacios que genera la limitación de aforos, se señalarán juicios por la tarde, y se cuenta con el teletrabajo, un sistema que a juicio de López del Moral ha sido «esencial» durante el estado de alarma, con una herramienta para reuniones, deliberaciones y comparecencias telemáticas (Skype empresarial) que ha dado «muy buen resultado».
El presidente del TSJC ha señalado que el sistema telemático implantado por el Gobierno de Cantabria ofrece una «buena perspectiva» para celebrar juicios en los que no haya prueba personal, un ámbito en el que se está a la espera de las directrices que dicte el Consejo General del Poder Judicial.
Sobre el polémico Real Decreto que habilita agosto como mes hábil (salvo 10 días), López del Moral considera que dada la situación establecida, lo que procede es «intentar coordinarnos para no causar perjuicios a nadie y que la administración de justicia funcione lo mejor posible».
Así, la sala de gobierno del TSJC ha establecido como pauta reducir los señalamientos «al mínimo posible» en agosto y que los jueces sigan con trabajo interno y otro tipo de actuaciones, pero no juicios, para no perjudicar a abogados y procuradores en su periodo habitual de vacaciones.