La Consejería de Sanidad está realizando pruebas PCR a todos los casos sospechosos de coronavirus para cortar la cadena de transmisión de la enfermedad. Aun así, sigue siendo fundamental que cualquier persona que presente sintomatología compatible con COVID-19 “se quede en casa, llame a la línea 900 o a su centro de salud, y espere a que le realicen la prueba para asegurarse de que no está transmitiendo la enfermedad”.
La directora de Salud Pública, Paloma Navas, ha señalado hoy en su primera comparecencia en la comisión no permanente para el estudio y seguimiento derivado de la crisis del COVID-19 que “contagiarse de coronavirus no es inevitable” y que “la distancia social es la principal mascarilla que tenemos que utilizar”. La prevención es clave ahora, ha señalado Navas, y aunque la distancia social, por nuestra propia idiosincrasia, no es intuitiva, es fundamental para prevenir la enfermedad y eso exige un “cambio cultural impulsado por todos los sectores”.
En un momento de la intervención que afirmado que» en salud pública nunca se gasta, sólo se invierte”. Navas ha explicado que el trabajo de Salud Pública a partir de ahora sigue siendo muy complejo porque hay que combinar la “fase de contención con la de mitigación de la enfermedad”, es decir, volver al trabajo del comienzo en el que había que identificar “cada cadena de transmisión”.
El estudio de contactos, que siempre se ha realizado en Salud Pública por los ahora llamados “rastreadores”, es mucho más complejo si cabe, ya que ha aumentado el número de interacciones sociales. En estos momentos, se testan todos los casos sospechosos, pero también todos los contactos de esos casos “inmediatamente”, lo que no evita, sin embargo, que tengan que permanecer en aislamiento.
El coronavirus tiene un periodo de incubación de entre 1 y 14 días, lo que no garantiza que un primer resultado negativo evite que esa persona no vaya a desarrollar la enfermedad a posteriori, ha aclarado Navas. “Se trata -ha dicho- de identificar en esta fase cuantos más casos mejor”.
Hasta que no haya vacuna lo fundamental es no infectarse
En estos momentos, en Cantabria “no hay inmunidad de rebaño”. Lo indican los primeros avances del estudio de seroprevalencia, pero “ya lo intuíamos”, ha explicado Navas, por lo que “hasta que no tengamos una vacuna y un tratamiento efectivo contra esta enfermedad no podemos bajar la guardia”. Aun así, el estudio, en un análisis inicial, señala que, en Cantabria, “hemos tenido una capacidad de detección de la enfermedad por PCR superior a la media”, lo que indica que “la detección está funcionando muy bien”, pero que sigue siendo fundamental “no contagiarse”.
Aunque el coronavirus “se contagia con mucha facilidad -ha precisado Navas- no es inevitable infectarse” y, con unas medidas de higiene adecuadas, la probabilidad de que la gente se contagie “es muy baja”. La prevención depende de “todos y cada uno de nosotros, ya que no debemos infectarnos y no debemos infectar” y es el comportamiento individual el que marca que lo hagamos o no.
Navas ha abogado, una vez más, por una correcta higiene de manos, que es la piedra angular del control de las enfermedades infecciosas. Además, ha insistido en que los guantes no están recomendados para su uso en la calle “porque crean una falsa seguridad de higiene de manos”.
También ha añadido Navas que “cuando la distancia de seguridad entre personas de 2 metros no pueda asegurarse hay que llevar mascarilla”. De hecho, una de las principales preocupaciones de la Dirección General de Salud Pública son los entornos urbanos, en los que es difícil mantener esa distancia y se generan situaciones de riesgo. Por eso, ha dicho Paloma Navas, se ha trasladado a la Federación de Municipios de Cantabria un informe de la OCDE sobre intervenciones en los pueblos de Cantabria “para que sean sitios seguros y reducir al mínimo las posibilidades de infección”.
Distancia física, que no social
La responsable de Salud Pública en Cantabria ha mostrado también su preocupación por que la distancia física no se transforme en distancia social. “La cohesión social en el entorno de las personas marca nuestro comportamiento preventivo”. No solo me preocupa que no se utilicen mascarillas en la calle o que no se respete la distancia de seguridad, sino que se genere una “ruptura social”, un ambiente “de unos contra otros”. Es muy peligrosa esa situación y, desde luego, no nos va a ayudar a controlar esta pandemia, ha añadido.
Por último, ha apostado por la paciencia, la compresión y la serenidad para no cometer errores. “Necesitamos una sociedad muy cohesionada, en la que la gente sienta y sepa que podemos confiar los unos en los otros, que caminamos juntos hacia un futuro, que vamos a salir de esta y que es la unión la que nos va a ayudar a ello”. Este virus no entiende de maneras de ver el mundo ni de ideologías, “nos afecta a todos y todas”.
Test sí, pero apoyados por la ciencia, el conocimiento clínico y la técnica
Durante su intervención, la directora de Salud Pública también se ha referido a la importancia de hacer test, pero no de forma indiscriminada, sino “apoyados por la ciencia, el conocimiento clínico y la técnica”. Un test tiene que estar “siempre” acompañado del conocimiento del entorno y de la situación del paciente, “que es lo que realmente los hace eficientes”.
El resultado de un test “por sí mismo, independientemente de todo lo demás, es muy insuficiente” porque se desaprovecha la información que proporciona. Los test cuando se hacen en el momento inapropiado generan una “falsa seguridad”, que puede aumentar el nivel de contagio.
La importancia de la Salud Pública en Cantabria
Navas ha querido también dejar claro que los profesionales de Salud Pública “no solo se dedican a la vigilancia epidemiológica del COVID-19” sino que, durante esta pandemia, han seguido realizado funciones que son fundamentales para proteger la salud humana como el control de la tuberculosis o del VIH, a la lucha contra el abuso de sustancias adictivas o a la protección de la salud mental.
Además, ha citado la directora, también en la lucha contra el cáncer mediante la prevención del tabaquismo o la detección precoz del cáncer de mama y colon, el acceso a las vacunas o el cribado de enfermedades neonatales. También salud Pública vigila “que toda el agua que se consume en Cantabria sea un agua segura” y garantiza que nuestros alimentos son seguros, con un cuerpo de inspectores que no ha dejado de “rastrear Cantabria y apoyar a todo el sector agroalimentario durante esta pandemia”.
“Para Salud Pública -ha aclarado Paloma Navas- nuestros pacientes no son personas, sino barrios, pueblos o comunidades autónomas completas”. Es fundamental que esta pandemia nos deje un sistema de salud pública reforzado, que sea capaz de luchar con las amenazas que van a venir porque “en Salud Pública nunca se gasta, solo se invierte”.
Agradecimientos
Navas también ha aprovechado su comparecencia en sede parlamentaria para agradecer “a todos” el avance de Cantabria a la primera fase de desescalada. Hemos de seguir adelante “recorriendo este camino juntos para recuperar, con seguridad, nuestro día a día”, ha aseverado. Pero ha tenido palabras de agradecimiento expreso desde a las trabajadoras de supermercados hasta al ejército, pasando por trabajadores de las telecomunicaciones y, por supuesto, los profesionales que trabajan en los servicios de salud.
En este contexto, Navas ha querido hacer hincapié en el “enorme trabajo” que “han hecho y hacen” los profesionales de Salud Pública para “luchar contra esta pandemia” porque, ha dicho, “estáis salvando muchas vidas con vuestro trabajo”.