La Fiscalía ha solicitado una pena de cinco años de prisión para una mujer diagnosticada de síndrome de Munchaussen por poderes que casi asesina a su hija de cuatro años a la que dio un medicamento en dosis superiores a las adecuadas para un menor.
La mujer está acusada de un delito de asesinato en grado de tentativa sobre su hija de cuatro años y será juzgada por la Sección Primera de la Audiencia Provincial en una vista que está previsto que se celebre desde el martes, 13 de noviembre, a las 9.30 horas, hasta el jueves, día 15, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC).
En el escrito del fiscal ya se detalla que la mujer está diagnosticada de síndrome de Munchaussen por poderes, una enfermedad mental y una forma de maltrato infantil. Y es que el cuidador del niño, con frecuencia la madre, inventa síntomas falsos o provoca síntomas reales para que parezca que el niño está enfermo.
En este caso, desde su nacimiento, la niña necesitó cuidados médicos por episodios de apneas centrales, lo que generó en la acusada la citada patología en la que «con intención de generar un vínculo especial con su hija, en la que ella se convierte en la persona que la protege más adecuadamente, coloca a la misma ante situaciones de peligro extremo».
Así, cuando la menor tenía cuatro años le suministró un medicamento «en dosis suficientes como para provocar en la niña episodios de somnolencia grave, alteraciones de conducta, estupor cefaleas, manifestaciones paroxísticas e incluso un episodio de coma».
E incluso estando la niña hospitalizada, siguió administrándola el medicamento, colocando a la menor «en grave situación de sufrir por intoxicación medicamentosa su muerte, situación que se evitó por la intervención de los profesionales médicos».
El fiscal destaca que el síndrome que padece la acusada «supone un deterioro de la capacidad cognitiva, limitando su capacidad para comprender la naturaleza, ilicitud y consecuencias de sus actos». Esta circunstancia, continúa el escrito, supone «una limitación de su capacidad volitiva debido a la incomprensión de sus motivaciones para actuar, teniendo disminuida en consecuencia su capacidad de autocontrol y autodeterminación».
Por todo ello, el fiscal la considera autora de un delito de asesinato en grado de tentativa, con la concurrencia de la circunstancia agravante de parentesco y la atenuante de trastorno de personalidad, y pide una condena de cinco años de prisión, privación de la patria potestad sobre su hija e indemnización para ésta de 15.000 euros por los daños físicos y los daños morales.