Se han realizado ya 608 test entre los trabajadores de las residencias, y el 74% ha resultado negativo. Entre los residentes se han realizado además 1.695 pruebas sobre una población de 6.800 personas, habiendo dado negativo el 70% de las mismas. El número de personas fallecidas es de 54.
La Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria desde el primer momento de la alerta sanitaria incluyó a los profesionales de los cuidados al mismo nivel que los sanitarios como colectivo prioritario en la realización de pruebas para identificar el COVID-19.
Con la llegada de los test rápidos, el Ejecutivo cántabro está intensificando estos días las acciones de prevención en las residencias, “consciente de que se trata de uno de los grupos más vulnerables al coronavirus”. La incidencia de la pandemia es mayor en la población de más edad, y el hecho de vivir en comunidad acentúa el riesgo de contagio.
Fuente: Gobierno de Cantabria / Imagen de archivo.