Los accionistas minoritarios de Sniace que abogan por la reapertura de esta fábrica de Torrelavega para retomar la producción de celulosa y fibra y destinarla a material sanitario (batas y mascarillas) para afrontar el coronavirus consideran que tras el «apoyo» del Ejecutivo cántabro a su planteamiento el reactivar la planta o no «depende de la voluntad del Gobierno de España«.
«Ahora mismo, la reapertura de Sniace depende de la voluntad del Gobierno de España«, aseguran los pequeños inversores, que defienden que con ello «no solo se conseguiría atajar uno de los problemas evidentes de escasez de material sanitario, sino que evitaría la pérdida de 450 empleos directos y más de 2.000 indirectos».
Así lo sostienen después de volver a contactar, este fin de semana y por teléfono otra vez, con el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, que según han asegurado a esta agencia les ha mostrado su «apoyo» a la reapertura.
Y con ese fin, el representante de la agrupación que se ha entrevistado con el regionalista, Yago Barba, se ha comprometido a elaborar un estudio sobre el coste económico que supondría reabrir Sniace, para calcular el importe «exacto» y trasladárselo a los administradores concursales designados para el proceso de liquidación solicitado por la empresa hace dos meses, cuando cesó la actividad.
En este sentido, el portavoz de los accionistas minoritarios ha indicado a Europa Press que en un principio se barajó la cifra de 6 millones de euros para echar a andar la factoría, cuantía que «días después aumentó a 25» millones.
Entre tanto, los pequeños inversores valoran el apoyo del Gobierno de Cantabria, que estaría dispuesto a «renunciar» a la deuda de Sniace -que asciende a 9 millones de euros- y a un aval del 10% de un posible préstamo ICO (Instituto de Crédito Oficial).
Estas medidas se suman a la carta que Revilla envió esta semana al presidente de España, Pedro Sánchez, para solicitar el respaldo del Ejecutivo central, de cuya «voluntad depende» la reapertura de Sniace, como insisten.
COOPERATIVA MONDRAGÓN
Por otro lado, y a propósito de la necesidad de material sanitario, Barba ha indicado que director de la Corporación Mondragón a la que el Gobierno ha encargado la producción de 60 millones de mascarillas ha reconocido a los accionistas minoritarios de Sniace que «no tienen experiencia previa» para acometer esta tarea.
Y tampoco la «maquinaria» ni «la materia prima», es decir, la fibra sanitaria y celulosa que Sniace podría suministrar «rápidamente» debido a la cercanía con la cooperativa vasca, a escasos 150 kilómetros de distancia.
REAPERTURA POSIBLE DESDE EL PUNTO DE VISTA LEGAL
Para finalizar, los pequeños inversores insisten en que la apertura de Sniace es «perfectamente posible desde un punto de vista legal», extremo que pondrían en cuestión los administradores concursales así como el comité de empresa, que también aluden a dificultades económicas y técnicas.
«Toda sociedad que no haya sido liquidada puede ser reactivada», sostiene, para remarcar que se trata «solo de una cuestión económica«, derivada de los costes de reapertura en este caso, y «política», relacionada con la «necesidad de acometer la producción de material y fibra sanitaria tan necesaria en estos momentos».