Quedarse en casa es dar a los países una segunda oportunidad para luchar contra el coronavirus, pero los Gobiernos deben actuar rápidamente para evitar que cuando las medidas de distanciamiento físico y suspensión de actividades se levanten, no resurja la epidemia. No es un momento que “se pueda desperdiciar”, han dicho los expertos.
El director de la Organización Mundial de la Salud aseguró que el mundo ha superado muchas pandemias y crisis en el pasado, y que la del coronavirus no será la excepción.
“La pregunta es qué tan alto será el precio. Ya hemos perdido más de 16.000 vidas. Sabemos que perderemos más. Cuántos más será determinado por las decisiones y las acciones que tomemos ahora”, aseguró Tedros Adhanom Gebreyesus.
Para frenar la propagación de COVID-19, muchos países han introducido medidas sin precedentes, a un costo social y económico significativo: cerrar escuelas y negocios, cancelar eventos deportivos y pedir a las personas que se queden en casa y se mantengan a salvo.
“Entendemos que estos países ahora están tratando de evaluar cuándo y cómo podrán levantar estas medidas. La respuesta depende de lo que hagan los países mientras se implementen para toda la población”, dijo.
El doctor Tedros aseguró que pedirle a la gente que se quede en casa e impedirles el movimiento es una estrategia para ganar tiempo y reducir presión sobre los sistemas de salud, pero que estas medidas no extinguirán la epidemia.
“El objetivo de estas acciones es permitir las medidas más precisas y específicas que se necesitan para detener la transmisión y salvar vidas. Hacemos un llamado a todos los países que han introducido las llamadas medidas de «bloqueo» para usar este tiempo para atacar el virus. Los países han creado una segunda ventana de oportunidad. La pregunta es, ¿cómo la usarán?”, dijo.
Una segunda ventana de oportunidad
Según el director de la Organización Mundial de la Salud hay seis acciones clave que deben implementar los países:
1. Expandir, capacitar y desplegar la fuerza de trabajo de atención médica y salud pública
2. Implementar un sistema para encontrar cada caso sospechoso a nivel comunitario
3. Aumentar la producción, la capacidad y la disponibilidad de las pruebas
4. Identificar, adaptar y equipar las instalaciones que se usarán para tratar y aislar a los pacientes
5. Desarrollar un plan y un proceso claros para poner en cuarentena los contactos
6. Enfocar todo el gobierno en suprimir y controlar COVID-19.
“Estas medidas son la mejor manera de suprimir y detener la transmisión, de modo que cuando se eliminen las restricciones, el virus no resurgirá. Lo último que necesita un país es abrir escuelas y negocios, solo para verse obligado a cerrarlos nuevamente debido a un resurgimiento”, agregó Tedros.
El líder de la OMS resaltó que las medidas agresivas para encontrar, aislar, probar, tratar y rastrear no solo son la mejor y más rápida forma de salir de las restricciones sociales y económicas extremas, sino que también son la mejor manera de prevenirlas.
Más de 150 países y territorios aún tienen menos de 100 casos. Al tomar las mismas acciones agresivas ahora, estos países tienen la oportunidad de prevenir la transmisión comunitaria y evitar algunos de los costos sociales y económicos más severos que se observan en otros países.
“Esto es especialmente relevante para muchos países vulnerables cuyos sistemas de salud pueden colapsar bajo el peso del número de pacientes que hemos visto en algunos países con transmisión comunitaria”, dijo Tedros.
El tiempo de actuar fue de uno a dos meses atrás
Respondiendo a periodistas sobre la inacción de algunos líderes mundiales, el director de emergencias de la Organización, Mike Ryan, aseguró que confían en que los Gobiernos tomen las acciones necesarias para abordar el riesgo de salud pública.
“Entendemos también los dilemas que los países enfrentan respecto a sus sistemas sociales y económicos. Pero tenemos que centrarnos primero en parar esta enfermedad”, dijo.
Por su parte, Tedros aseguró que la pandemia no puede ser vencida únicamente por los sectores de salud y que se necesita que todo el Estado y la sociedad se movilicen.
“Este virus es muy peligroso, ya llevamos diciendo que es el enemigo público número uno, y hemos dicho que la ventana de oportunidad se está cerrando y que el tiempo de actuar fue de uno a dos meses atrás. Esta es una segunda oportunidad que no debemos desperdiciar y debemos hacer todo lo necesario para controlar este virus, es una responsabilidad de todos, especialmente de los líderes políticos”, afirmó Tedros.
“Hemos visto muchos países que han tomado medidas restrictivas, y tenemos que aprender de ellos. Sabemos qué medidas fueron puestas en China, en Wuhan, en Hubei, medidas que están siendo levantadas ahora. Y la razón por la que esto es posible es porque se han puesto sistemas para identificar y aislar casos rápidamente. En China prácticamente ya no hay transmisión comunitaria. En Singapur, por ejemplo, no se cerraron las escuelas. Es importante tomar ejemplos y mirar en detalle qué fue lo que hicieron. Eso lo estamos investigando en OMS”, agregó la Dra. Maria Vahkerkhove haciendo eco a las palabras del director, y asegurando que lo que peor que puede pasar, es que los países levanten sus medidas de distanciamiento social y luego tengan que ponerlas de nuevo por el resurgimiento del virus, cayendo en un ciclo interminable.
Fuente: Organización de las Naciones Unidas (ONU).