A pesar de no tener ningún caso confirmado, los primeros efectos del coronavirus se empiezan a sentir en Portugal, donde un quinto de las empresas identifican un impacto significativo, crece la preocupación en el turismo, sobre todo de cara a Semana Santa, y las ferias aprietan sus reglas.
Según una encuesta divulgada por la Asociación Empresarial de Portugal, un quinto de las compañías en suelo luso admiten un impacto negativo «significativo o muy significativo» en su actividad a raíz del virus.