Agentes de la Policía Nacional han detenido, el pasado día 10 de febrero, a una mujer, S.R.G., de 39 años de edad, como presunta autora de los delitos de apropiación indebida y de hurto, a la señora que cuidaba, y a un varón, M.LL.F.,de 38 años de edad marido de la detenida, como presunto autor de un delito de receptación de efectos propiedad de la víctima.
El día 20 de enero, acudía a dependencias policiales una mujer, de 60 años de edad, para denunciar que algún desconocido había estado realizando operaciones de dinero en su cuenta bancaria sin su consentimiento. Concretamente, 37 extracciones de dinero por un importe total de 22.100 €, que habían sido realizados entre los meses de noviembre del año pasado y enero del corriente.
En su denuncia también manifestaba, que le habían hurtado una pulsera de oro que guardaba en su domicilio, desconociendo cuándo y quien habría podido sustraerla, ya que en ningún momento había observado síntomas de que alguien hubiese forzado su vivienda.
Las investigaciones del Grupo de Delincuencia Económica y Tecnológica, de la Brigada Provincial de Policía Judicial, concluyeron con la identificación de la persona que le había hurtado la pulsera, y realizado las extracciones bancarias, resultando ser S.R.G., la cual no era una desconocida para la víctima, al tratarse de la mujer que tenía contratada para que la cuidase.
La víctima, que sólo en determinados momentos, había autorizado a su cuidadora a realizar alguna operación con su cartilla bancaria, desconocía las 37 operaciones fraudulentas con la cuales, la mujer, sin su permiso, se había apoderado de los 22.100€.
El día 10 de febrero, el Grupo de delincuencia Económica y Tecnológica, procedía a la detención de S.R.G., por un delito de apropiación indebida y otro delito de hurto. Deteniendo también a un varón, M.LL.F., marido de la cuidadora detenida, por un delito de receptación, al haber vendido la pulsera de oro hurtada, de todo lo cual se dio cuenta al Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de Santander.
Los detenidos, tras prestar declaración en dependencias policiales, fueron puestos en libertad con la obligación de presentarse ante la autoridad judicial cuando sean requeridos para ello