En el Hotel Real de Santander disertó de forma brillante por espacio aproximado de una hora Héctor Moreno, Comisario Principal del Cuerpo Nacional de Policía y desde mayo de 2017, Jefe Superior de Policía de Cantabria. En una charla ante un centenar de personas Héctor Moreno compartió varias experiencias vividas dentro de su dilatada trayectoria, en una conferencia titulada ‘Homicidios, una investigación apasionante‘ y organizada por el Club Rotario Santander-Sardinero. Desde el homicidio de los Marqueses de Urquijo, hasta el caso Marta de Castillo o las niñas de Alcasser y Antonio Anglés o el caso de Laura Domingo Alonso.
En cuanto a los dos crímenes aún por resolver en Santander, como son La Dama del Camello y el crimen de Reina Victoria, Moreno afirmó que «La dama del Camello es un suicidio y la otra muerte no pasa ni un momento sin que pensemos en ella. Tengo más casos pendientes que resueltos, pero les aseguro que estamos trabajando. Si hay alguna pista que seguir, no duden que la seguimos».
Sobre el caso que más miedo o inquietud que he tenido fue uno que «me pasó en un secuestro con dos empresarios de Valladolid en Georgia. Me mandaron a Tiblisi y con la amenaza de pagar el rescate o matar. Pagamos un rescate, a ellos los tenían los guerrilleros chechenos. Negocié, pero en medio de la negociación me calenté, perdí los papeles y lo hice delante de su gente. En un momento concreto sacaron un arma y en ese instante creí que me mataban. Sobreviví y regresé con los dos secuestrados. Fue un caso realmente complicado, al regresar a España me llamaron su Majestad el Rey y presidente del gobierno«.
Por último, Hector Moreno, tuvo palabras para un caso muy concreto que afirmó ‘tener en la retina‘ y que le ha marcado. «Si hay un caso que lo tengo en la cabeza, que me ha marcado en mi trayectoria es el de una niña de Burgos. Laura Domingo Alonso. Fue un caso que no era mío, yo lo recogí pasados unos años. Siento enormemente no haber descubierto al asesino de aquella niña. Ese caso lo tengo muy señalado por cómo fue, y por cómo sigue aquella zona de la ciudad sin saber quién asesinó a esa niña de cinco años de edad«.