Así de rotundo se ha dirigido Miguel Ángel Revilla al portavoz de VOX, Cristóbal Palacio, acerca de la ‘teórica’ instalación de una planta coincineradora de residuos en Polanco. «Están creando ustedes una alarma que preocupa a las empresas«, decía el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, quien ha negado que se vaya a instalar una planta coincineradora de basura en la fábrica que Solvay tiene en Torrelavega, sino que va a sustituir una caldera de carbón por otra de biocombustible para producir energía.
«No hay planta coincineradora de basura en Solvay. Así de claro«, ha contestado el jefe del Ejecutivo PRC-PSOE en el Pleno del Parlamento a una pregunta de Vox sobre este proyecto.
En su respuesta, el regionalista ha asegurado que en el bipartito no tiene «constancia en absoluto» de que la multinacional química vaya a instalar «ninguna planta coincineradora», por lo que de entrada ha rechazado la pregunta tal y como se la ha formulado el diputado Cristóbal Palacio.
Sí tienen «conocimiento del tema», al igual que los ayuntamientos implicados -también Polanco- o sindicatos, ha señalado Revilla, antes de indicar que en la instalación prevista se va a incinerar materia biocombustible, y va ser por tanto similar a las implantadas en otras fábricas de países europeos.
Así, Revilla ha insistido en que «no se va a quemar nada» ni se va a generar «humo», y tampoco será un vertedero como el de Meruelo o El Mazo, sino que se van a gestionar residuos «perfectamente aceptados» por la normativa comunitaria.
Y, en todo caso, ha avisado de que el Gobierno cántabro estará «vigilante» para que se cumpla la misma, ya que no va a «tolerar» nada que no sea «legal».
Tras apuntar que la contaminación en Torrelavega está en la actualidad «en el límite» que marca la ley, el presidente cántabro y secretario general del PRC ha asegurado que con el proyecto de Solvay –que obedece al imperativo de Bruselas de abandonar el carbón para generar electricidad– se ahorraría la emisión de 160.000 toneladas anuales de CO2 a la atmósfera. «Fíjese el cambio», ha manifestado al parlamentario de Vox.
Cuestionado por este diputado, portavoz del Grupo Mixto, por la implicación del Ejecutivo autonómico en este proyecto, el presidente regional ha negado tal extremo, y ha comentado al respecto que son los responsables de Solvay los que tienen que «agenciarse para ponerse al día» con el requerimiento de la UE y la inversión necesaria, que ha cifrado en cerca de 120 millones de euros.
Al hilo, ha destacado que se trata de una multinacional, no de «una empresa de tres al cuarto», que es «solvente» y tiene «experiencia», pues lleva más de un siglo implantada en Cantabria, generando empleo y riqueza en la comarca del Besaya.
Y por eso precisamente ha negado compromiso alguno del Gobierno con la química en torno a esta actuación, del mismo modo que la dirección de la empresa tampoco ha planteado «ninguna ayuda».
Para finalizar, el presidente cántabro ha rechazado también la «alarma» que Vox está generando en torno a esta y otras fábricas, como Sidenor, en base a denuncias que se basan en una «mentira», ha afeado Revilla a Palacio para concluir.