La gripe en Cantabria continúa durante la tercera semana del año (del 20 al 26 de enero) su tendencia ascendente con una tasa de 298,24 de casos por 100.000 habitantes y se mantiene en un nivel epidémico medio.
A nivel nacional la tasa de gripe alcanza los 255 casos por 100.000 habitantes, aunque todas las comunidades autónomas arrojan valores superiores a sus umbrales epidémicos, especialmente La Rioja y Navarra, con nivel epidemiológico alto.
En esta tercera semana, el número total de nuevos casos de gripe declarados en Cantabria por el sistema EDO (Enfermedad de Declaración Obligatoria) es de 1.273 (un 24% más que la precedente). En total, desde el inicio de la temporada de control el 1 de octubre pasado, se han diagnosticado de forma clínica 3.764 casos de gripe.
Por áreas, la mayor incidencia corresponde a Santander, con 736 casos; por detrás, se sitúa Torrelavega-Reinosa, con 308, y, finalmente, Laredo, que contabilizó 229 casos de gripe en la semana de referencia.
49 casos graves y 8 fallecidos
El número total de casos graves registrados alcanza los 49, 16 de ellos la semana pasada. A 153 se eleva la cifra global de hospitalizados con gripe (ingresados por cualquier causa e independientemente de la gravedad del proceso gripal), 47 correspondientes a la semana pasada.
Del total de 49 casos graves contabilizados, 8 han fallecido, 33 ya han sido dados de alta y 8 aún permanecen ingresados.
Los casos identificados esta tercera semana indican una circulación mixta de virus de diferentes tipos, si bien predomina el tipo A (89,7%) sobre el B (10,3%). El subtipo de mayor prevalencia es del virus AH1N1 (variante 2009), el 70% de los casos frente al 30% del subtipo AH3N2.
Recomendaciones básicas para evitar el contagio
Desde la Dirección General de Salud Pública se recuerda a la población que es necesario seguir una serie de recomendaciones básicas para evitar el contagio. Así, hay que mantener una buena higiene de manos, con lavados frecuentes con agua y jabón; cubrirse el estornudo y la tos con el pliegue del codo, nunca con la mano, para no contagiar al resto, y evitar el contacto con otras personas si se está enfermo.
Además, es conveniente ventilar a menudo los espacios, usar pañuelos desechables, alimentarse bien y beber muchos líquidos y evitar siempre el consumo de tabaco, que además de ser muy perjudicial para la salud, debilita el sistema inmunológico y lo hace más vulnerable a enfermedades como la gripe.
Tanto la gripe como los catarros comunes y resfriados son procesos víricos que no responden a los antibióticos y que solo precisan acudir a los centros de salud y servicios de urgencias cuando presentan síntomas llamativos o señales de alarma.