El retraso medio sobre los plazos pactados de pago de las empresas cántabras fue de 10,8 días en el cuarto trimestre de 2019, por debajo de los 14,12 días de media nacional, según el Estudio sobre Comportamiento de Pagos de las Empresas Españolas publicado por Informa D&B.
El porcentaje de pagos puntuales en la comunidad se queda cerca del 55%, por encima del conjunto del país, donde se llega al 47%.
Informa D&B ha realizado su estudio sobre los hábitos de pago de más de 400.000 empresas. De dicho análisis se desprende que, de la suma de los importes de las facturas computadas, el 98% del total se paga dentro del plazo o con hasta 30 días de retraso.
Por comunidades, el comportamiento de pagos aparece dividido entre norte y sur. Ceuta tiene el mayor retraso medio en los pagos, 25,98 días. Le siguen Canarias, con 21,91 y Melilla, con 19,29 días. Por debajo de los once días de demora se sitúan Navarra, 9,86, el País Vasco, 10,04, La Rioja, 10,38, Asturias, 10,48, y Cantabria, 10,80.
Desde hace un año el retraso se incrementa en la mayor parte de las autonomías, con especial incidencia en Canarias, que suma 2,24, Aragón, que añade 1,53, y Madrid, 1,52 más.
Madrid está por encima de la media del país, con 17,33 días, mientras que Cataluña se sitúa por debajo, con 12,54. La diferencia entre la comunidad con peor y mejor comportamiento baja desde el trimestre anterior, cuando era de 20,92 días, hasta 16,12 en este.
Si al cierre de 2017 cinco comunidades españolas pagaban más del 60% de sus facturas puntualmente, a finales de 2019 ninguna lo hace. Asturias es la que mejor se comporta, con un porcentaje de pagos en plazo de casi el 55%, seguida de Cantabria que también se queda cerca del 55%. A continuación, La Rioja y Navarra, con un 54% ambas.
Canarias es la autonomía menos cumplidora por cuanto tan solo el 35% de los pagos se realizan a tiempo, seguida por Ceuta y Madrid con porcentajes del 35% y 40% en cada caso.
El retraso medio sobre los plazos pactados de pago de las empresas españolas alcanza los 14,12 días en el cuarto trimestre de 2019. Esta cifra crece 0,52 días respecto al trimestre anterior y 0,82 en un año. Desde el primer trimestre de 2016 no se habían superado los 14 días de demora.
El plazo medio en el que se pagan las facturas entre octubre y diciembre queda en 90,63 días, ligeramente por debajo de los 91,06 del tercer trimestre, pero 2,48 más que hace un año. El plazo medio pactado, 76,51 días, se recorta en casi un día respecto al anterior trimestre, aunque suma 0,82 desde finales de 2018.
La proporción de pagos puntuales baja ligeramente, del 48% que se alcanzaba entre julio y septiembre al 47% en el cuarto trimestre, cifra cercana a la de hace un año. Si añadimos los pagos realizados con hasta 30 días de retraso, el porcentaje se eleva al 91%, siendo un 4% los que se demoran más de 120 días, para ser el único trimestre del año en el que se supera este porcentaje.
Los retrasos producidos suponen un coste directo para el conjunto del tejido empresarial español de 1.728 millones de euros, 254 menos que el trimestre anterior.
La directora de Estudios de Informa D&B, Nathalie Gianese, ha destacado que «el comportamiento en los pagos de las empresas españolas ha empeorado en 2019. Tanto el plazo medio pactado para hacer efectivas las facturas como el periodo medio en el que se pagan realmente se incrementan, dejando un retraso medio en los pagos de 14,12 días al finalizar el año».