El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha manifestado que quiere que se acaben «los sobresaltos políticos» el Gobierno bipartito de PRC y PSOE para trabajar por «solucionar los problemas» de los cántabros.
«Me perturba que estemos por ahí de dimes y diretes y pulsos y cosas de esas, cuando lo que nos piden los ciudadanos es trabajar para Cantabria, hacer carreteras, despachar el día a día…», ha señalado este viernes el presidente y secretario general del PRC en declaraciones la prensa tras inaugurar la mejora de una carretera en Ribamontán al Mar.
Así, Revilla quiere que regionalistas y socialistas «pasemos página» pero ha reiterado que, para que continúe la coalición de gobierno, el PSOE se tiene que comprometer con tener «un respeto absoluto a la institución del presidente» de Cantabria.
«No puedo estar oyendo cosas de traición», ha dicho, y ha recalcado que el respeto a su figura como presidente regional y a las decisiones de su partido –«yo no critico las decisiones tomadas por el PSOE en Madrid aunque las discrepo«– es una condición «para seguir en el Gobierno con los socios».
Igualmente, ha repetido que los socialistas también deben suscribir las reivindicaciones de Cantabria ante el Gobierno de España. «Los compromisos que hay suscritos con el Gobierno de España por parte de José María Mazón y que afectan a esta legislatura se han de suscribir íntegramente por el partido socio de gobierno», ha añadido.
Una vez los socialistas hagan eso, Revilla está dispuesto a «pasar página» aunque pide que, a partir de ahora, «no me creen más dolores de cabeza» porque «no estoy yo en edad de tener sobresaltos» y, además, ha recordado que ya pasó «un dolor de cabeza importante en la anterior legislatura».
Lo ha dicho en referencia a cuando el actual vicepresidente regional, Pablo Zuloaga, llegó a la Secretaria General del PSOE y promovió cambios en los cargos socialistas del Ejecutivo, entre ellos la destitución del entonces consejero de Educación Ramón Ruiz.
«Yo quiero normalidad. Quien me conoce sabe que soy una persona tolerante y he tenido dos vicepresidentes del PSOE con los que no he tenido ningún problema jamás y he sido vicepresidente con el PP y podéis preguntar. Yo no soy una persona sectaria, dictadora… en absoluto. Soy una persona conciliadora, no conozco la palabra rencor, yo perdono todo, pero hay un punto en el que las cosas tienen que cambiar», ha apostillado el presidente y líder regionalista.
Así, ha insistido en que a él no le «apetece entrar en estas guerras» y, por ello, ha considerado que hay que «tener un poco de cordura y trabajar por el bien de todos, no dedicarnos a órdagos». «Hago un llamamiento a que no se echen pulsos, porque yo soy muy poco proclive a ceder ante presiones, más bien al contrario», ha advertido.
Revilla también ha evidenciado que estas situaciones de crisis política en un Gobierno solo suponen una «pérdida de tiempo» para hacer lo importante que es «solucionar los problemas de la gente», y suponen un «desánimo» para los ciudadanos. «La gente está muy harta de la política y con espectáculos como los que hemos vivido últimamente pues todavía se desanima más».
DESEA QUE «SALGA BIEN» EL NUEVO GOBIERNO DE SÁNCHEZ
También, cuestionado por el nuevo Gobierno que está conformando Pedro Sánchez, Revilla ha reiterado que desea que «salga bien de todo corazón» a pesar de que tiene sus «reticencias«. «Nada me gustaría mas, y eso que alguno pensará que a lo mejor este paso que hemos dado de decir ‘no’ a la investidura nos pueda venir algún día bien para decir que ya lo habíamos advertido, pero no», ha aseverado.
En este punto, ha explicado nuevamente que las circunstancias cambiaron de la investidura de julio a la de enero y ahora el PRC «no podía hacer otra cosa que votar no» porque, aunque los compromisos con Cantabria se venían cumpliendo, los regionalistas ya advirtieron de su «línea roja» si se firmaba «algo con los independentistas que pueda poner en juego el respeto a la Constitución».
«El diálogo nadie lo ha defendido más que el PRC, y además lo practicamos, pero por encima de cualquier cosa que se dialogue o se acuerde en este país esta la Constitución, que hay que respetar mientras no se cambie», ha añadido el presidente cántabro, cuyo partido tiene una «discrepancia profunda» con el acuerdo del PSOE con ERC.
«Qué nadie se moleste. Yo respeto muchísimo a los que no quieren pertenecer a España. Les respeto de la misma manera que deben de respetar a aquellos que nos consideramos profundamente cántabros y españoles», ha concluido.