Este 2 de diciembre se han cumplido 77 años de la primera reacción en cadena controlada por fisión nuclear, en la Universidad de Chicago, abriendo paso a la energía nuclear convencional y a la bomba atómica.
La reacción en cadena se logró gracias a la primera pila nuclear, cuya construcción fue dirigida por Enrico Fermi, en el marco del Proyecto Manhattan, que centró el esfuerzo de guerra de Estados Unidos para el uso militar de esta, por entonces, nueva forma de energía.
Según Wikipedia, el Chicago Pile-1 (CP-1) fue construido sobre un campo de juego de raqueta, debajo de las gradas de un estadio abandonado, en la Universidad de Chicago. El lugar fue declarado Hito histórico Nacional en 1965.
El reactor estaba formado por una pila de uranio y bloques de grafito, que fueron ensamblados bajo la supervisión de Fermi, en colaboración con Leó Szilárd, el descubridor de la reacción en cadena. Contenía una masa crítica de material fisible, junto con las varas de control
La fisión nuclear consiste la división del núcleo de un átomo. El núcleo se convierte en diversos fragmentos con una masa casi igual a la mitad de la masa original más dos o tres neutrones. La suma de las masas de estos fragmentos es menor que la masa original. Esta ‘falta’ de masas se convierte en energía, según la ecuación de Einstein (E=mc2).