Los restos del que fuera alcalde del pueblo de Sotres (Asturias) y guardia de los Picos de Europa, Eloy Campillo, desaparecido en 1945, serán rescatados este fin de semana del fondo de una sima del macizo de Ándara, en la zona oriental de este Parque Natural, dentro de los límites de Cantabria, donde se hallaron.
Así lo ha anunciado, en un comunicado, la Sociedad de Ciencias Aranzadi del País Vasco que ha explicado que el rescate de los restos estará bajo la dirección del antropólogo forense Fernando Serrulla, miembro de esta entidad, y la Agrupación de Espeleología Ramaliega.
Esta entidad ha señalado que Eloy Campillo fue asesinado en 1945 y
arrojado a la sima de Topinoria, en el Parque Natural de Picos de Europa.
El pasado septiembre el despacho jurídico pericial Rodríguez Palomares informó que estos restos, que se hallaron a finales de agosto de 2018 por un grupo de espeleólogos que estaban explorando las simas de Picos de Europa, habían sido identificados como los de Eloy Campillo.
Para el rescate de estos restos se ha preparado un dispositivo especializado de espeleólogos ya que éstos se encuentran a una profundidad de unos 180 metros al fondo de un pozo vertical de muy difícil acceso.
Según ha señalado la Sociedad de Ciencias Arandazi, para esta acción se han tramitado todos los permisos necesarios y se cuenta con la implicación de la familia del guarda forestal y la colaboración del Gobierno de Cantabria.
DESAPARICIÓN DE ELOY CAMPILLO
La desaparición de Eloy Campillo está relacionada con el célebre suceso histórico acaecido el 22 de abril de 1945 en Pandébano, cerca de Sotres (Ayuntamiento de Cabrales-Asturias).
Ese día se habían dado cita varios guerrilleros y algunos vecinos de Sotres en un conjunto de cabañas para celebrar con una comida la inminente caída de Berlín, anunciada en prensa como la última gran batalla en Europa durante la Segunda Guerra Mundial.
Fruto de una confidencia, la Guardia Civil tuvo conocimiento de la reunión y once guardias y un cabo rodearon de madrugada las cabañas. Se produjo un cerco con lanzamiento de bombas de mano e intenso fuego de fusilería en el que resultó muerto el jefe guerrillero Ceferino Roiz, ‘Machado’.
El suceso tuvo un final inesperado. El guerrillero Hermenegildo Campo, ‘Gildo’, que no había acudido a la cita, escuchó desde su escondite en Sotres los disparos y acudió en ayuda de sus compañeros. Cambiando de posición, comenzó a disparar sobre los guardias causando tres bajas entre ellos y haciéndoles pensar que un grupo más numeroso les atacaba. La Guardia Civil emprendió la retirada en dirección al pueblo de Bulnes.
Roto el cerco, los guerrilleros reunieron en Sotres a todos los vecinos invitados al festejo, entre los que se encontraba Campillo, y les obligaron a acompañarles en su huida al monte para aclarar lo sucedido e identificar al posible delator.
La profunda investigación realizada por Antonio Brevers para su libro ‘La Brigada Machado’ revela como aquella noche en lo alto de Sotres, en el interior de una cueva de difícil acceso llamada Maricuca, tuvieron lugar los duros interrogatorios a los vecinos.
Desde un primer momento las sospechas se centraron en Eloy por ser «de derechas, como todos los funcionarios de la época y además alcalde de barrio en Sotres». Pero Campillo defendió su inocencia hasta el último momento y reconoció que, «en confianza», había hablado de la fiesta con su compañero, otro guarda del coto nacional de los Picos de Europa, al que en todo momento responsabilizó de lo sucedido.
Gracias a la investigación de Brevers, la familia pudo conocer que el fallecimiento de Campillo tuvo lugar en la noche del 24 de abril de 1945, después de ser apartado del grupo que se dirigía a Bejes, tras atravesar la Canal de las Vacas. Un disparo acabó con su vida y posteriormente los guerrilleros arrojaron el cuerpo a una torca hasta hoy desconocida, en la zona de Ándara.
Imagen: Despacho Jurídico y Pericial Rodríguez Palomares.