La Orchestre de la Suisse Romande, dirigida por Jonathan Nott, cerrará la temporada del Festival Internacional de Santander este sábado, 31 de agosto, con la Séptima Sinfonía de Beethoven y una segunda parte wagneriana.
La Orquesta de la Suiza Francófona, que cumplió su centenario el año pasado, está muy vinculada al trabajo del pianista y director de orquesta cántabro Ataulfo Argenta, que da nombre a la sala principal del Palacio de Festivales, donde se celebrará este concierto patrocinado por la Fundación EDP.
El maestro Argenta grabó una decena de discos con la formación suiza y, poco antes de morir, estuvo en negociaciones con ella para dirigirla en una gira por Estados Unidos.
Fundada por Ernest Ansermet, la Orchestre de la Suisse Romande (OSR) está formada por 112 músicos permanentes. Sus conciertos de abono los realiza en Ginebra y Lausana, los sinfónicos en la ciudad de Ginebra y el concierto anual a favor de la ONU, así como las actuaciones líricas, en el Gran Teatro de Ginebra.
Su reputación se ha ido construyendo a lo largo de los años gracias a sus grabaciones, algunas de ellas consideradas históricas por la crítica, y a su interpretación del repertorio francés y ruso del siglo XX.
La Orquesta ha sido dirigida por maestros de la talla de Paul Kletzki, Wolfgang Sawallisch, Horst Stein, Armin Jordan, Fabio Luisi, Pinchas Steinberg, Marek Janowski y Neeme Järvi. Su último director artístico y musical es, desde enero de 2017, el británico Jonathan Nott. Uno de los objetivos originales de esta orquesta era descubrir y apoyar a compositores contemporáneos.
Entre los músicos que han escrito obras expresas para la Orchestre de la Suisse Romande destacan Igor Stravinsky, Darius Milhaud, Arthur Honegger, Frank Martin, André-François Marescotti, Benjamin Britten, Witold Lutoslawski, Heinz Holliger, William Blank, Peter Eötvös, James MacMillan, Pascal Dusapin y Michael Jarrell.
La OSR trabaja muy estrechamente con la Radiotelevisión Suiza desde sus inicios, por lo que no tardó en ser retransmitida a través de las ondas, llevando así su música a millones de personas en todo el mundo.
Su contrato con la discográfica Decca ha dado lugar a algunos trabajos señalados por la crítica como ‘grabaciones legendarias’, y la discográfica británica tiene prevista para este mismo año una reedición de todas las grabaciones de la OSR que dirigió su fundador, Ernest Ansermet.
Las giras internacionales de la OSR han recorrido las principales salas de conciertos de Europa, Asia y América. También es una invitada habitual en el Festival de Música de Canarias, los festivales de Semana Santa y Verano en Lucerna, el Festival de Radio France y Montpellier, el Festival Menuhin de Gstaad, el Septiembre Musical de Montreux y los Proms de Londres.
Su actual director, Jonathan Nott fue invitado a dirigir a los músicos de la Suisse Romande en 2014 con la Séptima Sinfonía de Mahler. Este primer encuentro culminó con su nombramiento como director musical y artístico de la OSR. Nott dirige también la Orquesta Sinfónica de Tokio.
BEETHOVEN Y WAGNER
Los dos compositores que conforman el programa de este sábado en el Festival de Santander son recordados por su uso magistral de la orquesta y por iniciar el camino hacia nuevas tendencias musicales: Beethoven dio paso al Romanticismo y Richard Wagner, admirador de la obra de aquél, abrió nuevos caminos en el uso de la tonalidad.
El concierto comenzará con la ‘Sinfonía nº7 en La Mayor, Op. 92‘, escrita por Beethoven en 1812. Una orquesta dirigida por el propio Beethoven y con músicos de la talla de Meyerbeer, Spohr, Hummel y Salieri, entre otros, estrenó la obra en 1813.
Las piezas de Wagner que completan el programa pertenecen a óperas incluidas en el canon de Bayreuth. ‘Lohengrin’ se inspira en el texto épico homónimo, así como en el poema medieval ‘Parzival’ y en el cuento francés ‘Le chevalier au cygne’, a partir del cual Wagner creó el personaje desconocido que llega guiado por un cisne para salvar a Elsa. ‘Los maestros cantores de Nuremberg‘ se apoya en la ópera ‘Hans Sachs’, de Albert Lortzing. Por último, ‘El Holandés Errante’, basado en ‘Las memorias del señor de Schnabelewopski’ supuso un punto de inflexión para Wagner como compositor, al introducir el empleo del ‘leitmotiv’, que definiría su obra posterior.