Ecologistas en Acción (EA) ha denunciado que el problema del control de las poblaciones de lobos es «extremadamente grave» en Cantabria, así como que no hay ninguna evidencia que garantice que esos controles estén «justificados».
Además, en Cantabria hay varias modalidades de caza de lobos, como las batidas ordinarias de jabalí «donde voluntariamente se decide matar lobos» y las batidas extraordinarias autorizadas fuera de temporada, donde, según los ecologistas, se utilizan explosivos y cohetes, lo que es un hecho «grave».
Por eso, el caso de Cantabria en control poblacional del lobo es «extremadamente grave», teniendo en cuenta que hay varias denuncias y asuntos judiciales por no hacerse públicos los expedientes que regulan el control de población, por lo que «no hay ninguna justificación que garantice que esos controles de población están justificados de manera lógica«.
Así lo ha afirmado en Santander la autora del informe de EA ‘Análisis y propuestas sobre el lobo en el Parque Nacional De los Picos de Europa. Propuestas para vivir en la biodiversidad‘, Carolina Martín, realizado en el marco del proyecto ‘Vivir con lobos’ que desarrolla la organización desde hace tres años con ganaderos de las zonas loberas.
Martín ha estado acompañada por Floren Enríquez, de Ecologistas en Acción Cantabria, quien ha subrayado que el hecho de que el lobo sea especie cinegética en esta comunidad «amplía el problema», porque se están llevando a cabo «un montón de matanzas de lobos», con 500 autorizaciones según los datos de EAC, a las que se suman las ilegales.
También ha recordado que la sentencia que avala las actuaciones de control de la población de lobo ibérico mediante su caza autorizadas por el Gobierno regional, que EA recurrirá ante el Tribunal Supremo, ha contado con el voto particular del presidente de la sala, que «nos ha dado la razón totalmente».
INFORME
Martín ha presentado en rueda de prensa el citado informe cuya principal conclusión es la «ilegalidad» que se está cometiendo en el Parque Nacional de Picos de Europa, donde viven cinco manadas de lobos, y donde hay una «persecución» y caza «clandestina y furtiva» a esta especie, lo que a su juicio es «gravísimo».
Además, considera que el lobo es el «chivo expiatorio» de las administraciones ante los problemas de la ganadería y que no supone un problema «real» para ésta porque sus ataques son «testimoniales», de modo que el asunto está «sobredimensionado».
La solución pasa, para EA, por invertir en prevención, «hacer un trabajo con los ganaderos que la administración no está haciendo», y por paralizar «de manera inmediata» los controles del lobo y que esta especie no se pueda seguir cazando en el Parque de Picos.
La autora ha señalado que, en el contexto del «grave problema» del cambio climático y de pérdida de biodiversidad, el lobo es la llave de los ecosistemas, lo que hace «más grave» aún que sea «perseguido» en Picos de Europa.
En la realización del documento han participado las federaciones de Cantabria, Asturias y Castilla y León, así como técnicos, biólogos y otros expertos, aunque no la Administración porque no ha facilitado a EA los datos requeridos sobre mortalidad, control poblacional, etcétera. Pero se ha completando con informaciones y un «importante» trabajo de investigación, ha explicado su autora.
Una de las conclusiones del informe es que el lobo se ha convertido en «chivo expiatorio para tapar la incompetencia y la mala previsión» de las tres comunidades autónomas; para «tapar» que las administraciones no son capaces de enfrentarse al problema de la ganadería (desde el mercado globalizado a la PAC) y utilizan al lobo «como chivo expiatorio con fines electoralistas», ha reiterado.
Además, ha incidido en que la problemática de los lobos en el Parque Nacional es «extremadamente grave», más cuando es el único de España con presencia «histórica» de esta especie, lo que lo convierte en «más simbólico» que en otros territorios.
Otra conclusión es que el «conflicto» del lobo en Picos de Europa y en toda España está «sobredimensionado», pues sus ataques al ganado son «meramente testimoniales» y no son «un problema real» para la ganadería, salvo en casos concretos, que la administración debería paliar con medidas preventivas.
En este sentido, EA considera que se podrían hacer «muchas cosas» para abordar el tema del lobo en Picos que no se están haciendo, como perseguir y castigar más el furtivismo, además de que el dinero público que se utiliza para pagar indemnizaciones a los ganaderos sería «más efectivo» si se invirtiera en prevención.
Por otra parte, Martín ha recordado que la ley reguladora del Parque de Picos de Europa de 1995 prioriza la conservación, por lo que las administraciones «no están cumpliendo este objetivo», y prohíbe usos y actividades que pongan en peligro el ecosistema, por lo que tampoco están respetando la ley. A estos «graves» inclumplimientos se suma un dictamen de la Unión Europea prohibiendo las matanzas de lobos, ha precisado.
La autora del informe ha indicado que la mortalidad real del lobo en Picos de Europa «no se conoce», ni la legal ni la ilegal ni la natural, por lo que no se puede asegurar que su estado de conservación es «favorable». «Lo importante no es el número, sino la calidad de los grupos», ha precisado.