El poema del sevillano Antonio Machado escrito en Soria en 1912 lo podemos trasladar a 2019. El árbol del PP está herido, no ofrece nada. No tiene nada en su interior. Está hueco y se seca cada día más. En el Ayuntamiento de Santander ha gobernado la derecha los últimos 40 años. No ha entrado nadie más a coger el bastón de mando. Juan Hormaechea Cazón, Manuel Huerta Castillo, Gonzalo Piñeiro García-Lago, Íñigo de la Serna y Gema Igual. La derecha sin descanso, sin pausas, con los ritmos de la inercia del conservadurismo. Alcalde porque sí. Hasta los dichos populares cuentan que Manuel Huerta ni se esperaba él mismo ser alcalde, pero fue ‘el elegido’, porque ‘pasaba por allí’. En aquellos momentos no había primarias, pero 40 años más después tampoco las hay. Gema Igual era la candidata y ningún militante la ha votado o apoyado.
Las cifras del PP, PSOE, PRC y Ciudadanos en las últimas elecciones:
2019 2015 2011 DIFERENCIA
PP 31.158 36.040 52.657 – 19.499
PSOE 20.532 15.518 15.874 + 4.658
PRC 16.810 13.616 13.703 + 3.107
C’S 7.853 7.370 – 483
Con estos resultados el PP debe hacerse ver que su proyecto está fundido, ha terminado. El PP debe reflexionar sobre su futuro. Fuentes internas del propio partido de Joaquín Costa piensan que es preciso tener una legislatura sabática para regenerar el propio partido. La continuidad de Gema Igual en la Alcaldía perpetúa en el poder a un partido oscuro, rancio en un proyecto que no existe y no tiene nada nuevo que ofrecer a la ciudadanía. Las urnas han apostado por un 60% de cambio, de alternancia, de oportunidad a alguien diferente que nunca ha gobernado. Son 40 años en la poltrona.
Hay dos puntos de vista importantes en los próximos días.
1.- Ciudadanos dio la Alcaldía a Íñigo de la Serna en 2015. Ciudadanos si quiere crecer como partido político, tal vez debiera ver que ha perdido 500 votos en 2019. Ciudadanos habla de regeneración, cuando en 2015 mantuvo al PP y ahora en 2019 puede hacer lo mismo.
2.- Si el PP mantiene la Alcaldía de Santander, el propio PP no se regenerará y el futuro pasará por los pensamientos de Íñigo de la Serna quien sabe muy bien, cumplir el proverbio indio. No estar tan lejos que me enfrié ni tan cerca que me queme. De esta forma, el Partido Popular de Cantabria seguirá secuestrado a los deseos del Ayuntamiento y la sede de Joaquín Costa no será sino una mera oficina para recibir visitas. Y el PP perderá su personalidad como partido.
En 2019 las urnas han hablado, se han expresado. Si al 60% de la población no se le permite una expresión política, discursos como la obligada alternancia en Andalucía, huelgan.