El oso pardo, hallado en León y que permanecía ingresado en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Villaescusa del Gobierno de Cantabria, ha muerto.
En las últimas horas, el estado clínico del plantígrado había empeorado y ya las pruebas hematológicas confirmaban el mal pronóstico. A pesar del tratamiento antibiótico y los tratamientos de soporte recibidos, el oso no ha podido superar la grave infección con la fue ingresado en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre y tampoco las lesiones internas producidas por el grave traumatismo que le había dejado parapléjico.
Se trataba de un ejemplar muy viejo y con un cuadro clínico gravísimo. De cualquier forma, el equipo veterinario y técnico que le ha atendido durante estos días se ha mostrado satisfecho con la labor realizada consistente en eliminar el dolor y mantener al ejemplar cómodo y sin estrés en sus últimas horas de vida.
En los próximos días, los veterinarios de las Comunidades Autónomas oseras de la Cordillera Cantábrica realizarán el análisis forense del animal.
El animal procedía del municipio leonés de Palacios del Sil, donde técnicos de la Junta de Castilla y León lo encontraron semi-sumergido en un arroyo, con heridas diversas e incapaz de mover las patas traseras. El oso fue trasladado por personal de la Junta e ingresado en la madrugada del día 6 al día 7 de mayo en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre, dependiente de la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria, donde ha fallecido finalmente.