La Fundación Oso Pardo, en colaboración con el Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA), ha puesto en marcha el programa educativo Huella Cantabria para dar a conocer a los escolares de Primaria y Secundaria el espacio natural en el que vive el oso pardo cantábrico, mediante un itinerario didáctico en el entorno de la ermita de Valmayor en Liébana.
Una iniciativa pionera en Cantabria que se divulgará este año entre los alumnos de los centros escolares de Potes y se abrirá el curso que viene a todos los centros de la región, así como a colegios e institutos de fuera de la Comunidad interesados en el proyecto.
Además del itinerario ambiental, el programa, presentado este martes en Potes, incluye actividades en el aula y una visita a la Casa del Oso de Liébana, inaugurada hace un año, ha informado el Gobierno regional en nota de prensa.
El presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, ha calificado el proyecto de «sencillo, pero perfecto» porque conjuga un escenario «magnífico», unas actividades de sensibilización y formación de gran importancia educativa y un contexto adecuado ya que la población de osos en la Cordillera Cantábrica «se aproxima actualmente a los 350 ejemplares, logrando una comunicación genética entre ellos».
En la presentación han estado presentes también la vicepresidenta del Gobierno de Cantabria y consejera de Medio Ambiente, Eva Díaz Tezanos, el alcalde de Potes, Javier Gómez; el director general del CIMA, Jesús García; el presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, el presidente de la Hermandad de la Caridad de la Virgen de Valmayor, Jesús Gómez; el representante de Ecoembes, Eliezer Sánchez, y los directores del CEIP Concepción Arenal, Agustín de Lózar, y del IES Jesús de Monasterio, Eloy Diego.
La vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos, ha destacado la importancia de este programa para conseguir que el oso pardo cantábrico sea un dinamizador de la educación ambiental y formativa de los jóvenes y que éstos sean «los mejores defensores de una especie tan protegida y valiosa que representa una de las mayores joyas del patrimonio natural y cultural de la Comunidad«.
«Es una actividad muy completa de casa, campo y taller que representa un proyecto único por su contenido y por el contexto privilegiado de zona de oso pardo en el que se desarrolla y en la que todos vamos a disfrutar», ha subrayado.
La vicepresidenta ha puesto en valor el componente de educación ambiental del programa porque «hay que enseñar y concienciar con el cuidado del medio ambiente y el uso racional de los recursos», y ha defendido que el mundo del oso, su conservación, conocimiento e investigación deben formar parte del aprendizaje que se imparte en los centros educativos.
Asimismo, ha destacado la complicidad social del proyecto por la labor complementaria que presta la Fundación Oso Pardo a las administraciones y a los gobiernos. «La sociedad tiene hoy una valoración excelente y positiva de la función que realiza esta Fundación en el mundo de esta especie», ha indicado.
En este sentido, ha ensalzado la importante labor que ha desempeñado la Fundación durante tanto tiempo en la educación y formación ambiental, «con el mismo empeño que trabajan en la preservación del oso, la recuperación de sus hábitats, la investigación y el conocimiento de las poblaciones de esta especie».
El alcalde de Potes, Javier Gómez, ha agradecido a la Hermandad de la Caridad de la Virgen de Valmayor por ceder los terrenos en los que se desarrolla el itinerario ambiental, en su opinión, «un entorno precioso para acercar el mundo del oso entre los escolares».
Por su parte, el presidente de la Hermandad de la Caridad de la Virgen de Valmayor, Jesús Gómez, ha confiado en el éxito del programa y que durante mucho tiempo sirva para dar a conocer el mundo del oso entre los escolares.
CASA, CAMPO Y TALLER
Un grupo de escolares de Pontevedra han sido los primeros en participar en esta iniciativa, pionera en la Comunidad Autónoma.
Durante aproximadamente una hora, han recorrido la finca próxima a Valmayor, cada uno con su ‘cuaderno de investigación del oso pardo’ en la mano, en el que han ido apuntando los animales que han visto a lo largo del recorrido, entre insectos, aves, anfibios y reptiles, mamíferos salvajes o mamíferos domésticos, a la vez que han seguido la pista de las huellas de las distintas especies (ciervo, corzo, vaca, jabalí, zorro, perro, tejón y oso) que se han encontrado impresas en placa de resina imitando barro para ser fácilmente reconocibles e identificables.
Además, han conocido las distintas variedades de frutos de los que se alimenta el oso y han identificado los árboles (roble, encina, avellano, zarzamora y cerezo) presentes a lo largo de esta zona osera de Cantabria.
La correcta gestión de los residuos y la concienciación sobre el uso sostenible de los recursos naturales han sido otros de los contenidos que han trabajado a lo largo de la jornada gracias a un programa que cuenta con la colaboración de ECOEMBES, en el marco del proyecto LIBERA.
Esta actividad al aire libre es la tercera etapa del programa educativo Huella Cantabria, que también abarca un conjunto de actividades en el aula, diseñados para estudiantes de Primaria, con la proyección del video ‘Trufa y Vainilla’ para conocer la vida y avatares de los osos, y para los de secundaria con el documental ‘Osos Cantábricos’.
Además, el programa integra una visita a la Casa del Oso en Liébana para descubrir de una forma lúdica e interactiva aspectos de la biología de la especie, su relación con los humanos a lo largo del tiempo y los problemas de conservación a los que se enfrenta actualmente.