10/11/2024

nada personal, solo información

Participación y utilidad del voto

La España de la sonrisa y de la esperanza en un espacio de libertad. Esa es la España actual. Hace 44 años nuestro país comenzó a tener un rictus diferente. Después del ostracismo, las imposiciones y la nulidad del pensamiento, el español salío adelante. España con su trabajo, su esfuerzo y su ilusión logró ir superando adversidades. A la memoria me vienen en trazos de imágenes expresiones de mi familia y vecinos y que compartimos los infantes amigos de entonces. «Dicen en casa ¡Qué vienen los socialistas! Bajo la lógica ignorancia del momento lo único que nos gustaban eran unas canciones pegadizas, colorines vivos y risas. Era el año 1982.

A día de hoy, en 2019. Vemos con perspectiva que Luis Escobar, José Sacristán y Antonio Ozores, nos contaron en 1982 la historia de un pequeño pueblo donde los partidos de centro y de derecha temían perderlo todo ante el empuje imparable del PSOE. Es una comedia, muy parecida a la que vivimos hoy en España.

Esta jornada del 28 de abril España va a tomar una decicisón trascendental. Trascendental desde varios puntos de vista. Debemos pensar en la necesidad de participación, en la posibilidad de participación en el futuro de este país. Eso es fundamental. A partir de ahí, tal vez nos tengamos que poner en el escenario de la practicidad de tal decisión, de la utilidad de nuestra propuesta. En ese momento es cuando pensamos en los pros y en los contras. Desde un punto de vista estatal, nacional, las opciones que el ciudadano encuentra son muy determinadas, muy concretas.

Por un lado está el espectro de aquellos jóvenes que de forma aleatoria se fueron sentando en la plaza de la puerta del Sol de Madrid. El denominado movimiento del 15 M. Ilusión y ganas de comenzar en España a cambiar el bipartidismo. Encontraron su hueco y lo hicieron muy bien porque llegaron a las instituciones públicas. UNIDAS PODEMOS.

De otra parte y desde una de la regiones más espléndidas de nuestra piel de toro apareció un movimiento en la provincia de Barcelona para hacer notar que España también está en Cataluña. El escritor y premio Planeta, Juan Manuel de Prada lo definió muy bien. «Ciudadanos no tiene principios, pasa de liberal a socialdemócrata. Un día tiene un herpes genital y se levanta socialdemócrata. Es un partido de derechas de cintura para arriba y de izquierdas de cintura para abajo. Los principios de Ciudadanos no dejan de ser un mejunje. Ciudadanos trata de coger votos de gente despistada«.  CIUDADANOS.

En las últimas elecciones generales el equipo de Mariano Rajoy logró sumar una mayoría y formó gobierno. Era un gobierno que ya ganó desgastado. El Partido Popular en 2016 ganó y lo hizo sub iúdice. El PP estaba pendiente de la resolución de la mayor corrupción que ha tenido nuestra España democrática. La presencia en la vida pública del PP en esa legislatura tenía la fecha de caducidad que marcara la justicia, como así fue. La moción instrumental por la que abogó Ciudadanos fue la llave que permitió al PSOE a presentar una moción de censura al presidente del Gobierno, no contra un gobierno, sino al presidente, Mariano Rajoy. El PP lejos de admitir la situación se inmoló. Rajoy cambió la posibilidad de dimisión por compartir unas consumiciones en un bar y se ausentó 7 horas del Congreso de la Diputados. El bolso de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría en el sillón de un presidente saliente fue el visto bueno para que la Cámara decidiera un cambio de Gobierno. Fue el PP quien se fue, no le echaron se fue. No agotó todas las posibilidades que da la Constitución. La moción prosperó porque no admitió el presidente que esa sentencia Gürtell sólo tenía fecha y la fecha llegó. PARTIDO POPULAR.

Si un partido nació de la ilusión, hay otro, el más reciente en llegar a las instituciones públicas, en concreto en Andalucía, que nació bajo la españolidad, pero también lleva en su DNI el actuar contra el sistema. Cierre de las comunidades autónomas, contra libertades ya consagradas. La España en blanco y negro, la posibilidad de las armas en los hogares, anular sus sistemas judiciales, suprimir las policías autonómicas, cierre de fronteras, un muro en Marruecos… es una España que ya pasó, pero el sistema democrático permite la libertad de pensamiento. VOX.

Por último, estamos con el partido que sufre los ataques de Ciudadanos, Partido Popular y VOX porque es el partido que gobierna y porque no tiene en su DNI la negatividad como seña de identidad. Con errores y con aciertos, el PSOE supone la modernidad y el avance a una España más plural y no encerrada. Encerrada ya estuvo España casi la mitad del siglo XX. Europa ha recibido muy positivamente a un Pedro Sánchez que no posee por ningún sitio una mancha de corrupción. «El Gobierno de Pedro Sánchez está limpio» lo han dicho hasta sus críticos más acérrimos. PSOE.

Así pues, meditemos qué hacemos con el futuro de nuestra España cañí, la España moderna, sonriente e ilusionada, trabajadora y unida. Pensemos en una España europea y moderna.

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