«La mayoría de jóvenes ve que van a ser la primera generación que viva peor que sus padres»
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, asegura que la debilidad parlamentaria y ahora también la judicial están conduciendo al país a “una situación de decadencia en lo que a lo máximo que llega es a imaginar cómo sobrevivir al día siguiente”. “En España faltan empresas y sobran ministros”, subraya.
Apuesta por un modelo de país que genere riqueza teniendo como objetivo solucionar los retos principales que tiene la economía y que pasan por incrementar la productividad, disminuir el “insoportable” absentismo laboral y buscar una forma de conciliación negociada.
Achaca a Sánchez las “imparables” subidas fiscales, que hasta el momento ha supuesto 81 subidas de impuestos y cotizaciones, el aumento de la deuda –425.000 millones– y la inyección de los fondos europeos, “y ni así” ha sido capaz de cuadrar las cuentas. “La única alternativa que ofrece es seguir exprimiendo a los españoles para pagar sus excesos y desaciertos”. Se muestra radicalmente en contra de reponer los impuestos de Sucesiones y Donaciones, “se rebela contra la desesperanza” y se compromete a ser un presidente que ayude a generar riqueza construyendo un futuro de esperanzas y oportunidades. “No me resigno a que más de un cuarto de la población española viva en riesgo de pobreza ni acepto que la mayoría de españoles no tenga hijos porque no puede permitírselo”, sentencia.
Reprocha al Gobierno, inmerso en “escándalos que sobresaltan”, abandonar “lo importante”, mientras la renta disponible real de las familias sigue estancada, el precio de la cesta de la compra ha subido un 34%, mucho más que los salarios, la población española está cada vez más empobrecida y el acceso a la vivienda se ha convertido en un lujo, inaccesible para muchos jóvenes.
Alerta de que sacar adelante cualquier proyecto cada día cuesta más. “El Plan de Consolidación Fiscal se apoya de nuevo en subidas de impuestos millonarias, 4.500 el próximo ejercicio”, añade. Lamenta que la mayoría de jóvenes ve que van a ser la primera generación que viva peor que sus padres. “Yo no me conformo con ver la decadencia de mi país, ni la económica, ni la social, ni la institucional”, añade.
Argumenta que “no se trata solo de bajar impuestos o de reducir el déficit, aunque esto es fundamental”, se “trata de construir un modelo de país”. “Otro país es posible. Hay una oportunidad de construir una sociedad en la que todos nos sintamos orgullosos”, sostiene.
Apuesta por construir un país sobre tres principios. El primero, que “el esfuerzo tenga su justo premio, no se mire al empresario de reojo, los impuestos no sean tan elevados respecto a los salarios como para hacer más atractivo vivir de las ayudas públicas que vivir del trabajo, donde si trabajas duro sales adelante y si delinques no eres bienvenido”. Propone, como segundo principio, “priorizar las personas, las empresas y los proyectos que arriesgan para que este país avance” y destaca que deben encontrar un apoyo fiscal claro que fomente el riesgo empresarial, una regulación mucho más simple que no ahogue las iniciativas, y una norma que realmente otorgue una segunda oportunidad. El tercer principio versa sobre la conciliación de lo laboral y familiar, con medidas como las escuelas infantiles gratuitas, la jornada flexible o el banco de horas que pueden marcar un antes y un después: “la conciliación no se conseguirá con imposiciones frívolas sino con el convencimiento unánime de toda la sociedad”.
Apela a la unidad para derribar muros y asegura que “vencer al conformismo es un imperativo moral en la España de hoy” y se compromete a volver a colocar a España en la senda del crecimiento, la prosperidad y el bienestar.