Santander recibe en el teatro CASYC a la actriz y productora cántabra Arantxa de Miguens con ‘el submarino’

La gira arrancó en julio de 2024, visitará los principales teatros del circuito nacional hasta finales de 2025 y llega al Teatro CASYC el 22 de noviembre de 2024

Esta comedia ácida e irreverente, pero también algo nostálgica, habla del amor con mucho humor y enfrenta a César y a Rita a sus propias contradicciones. ¿Por qué Rita y César se aman pero, especialmente, cuando están separados? ¿Por qué no se soportan cuando están juntos? ¿Por qué, año tras año, no pueden dejar de dejarse pero no pueden evitar terminar juntos otra vez? ¿Es la convivencia, de verdad, el mejor terreno de juego para el amor? ¿Cómo afecta el paso del tiempo a las relaciones? Y la sinceridad… ¿de verdad es bueno contarse todo?

“En cuanto este texto cayó en mis manos”, recalca Carlos Olalla, “me di cuenta de que estaba frente a algo que me resultaba muy familiar. Era como si los autores conocieran todos los detalles de mi vida. ¡Lo sabían todo! Sin conocerme de nada, me habían subido al escenario para mostrarme incluso facetas de mí que yo mismo desconocía. A veces, me veía reflejado en lo que le ocurría a César; otras, en las reacciones de Rita; pero siempre, siempre, me encontraba frente a mí mismo en escena”.

Esta versión 2024 de EL SUBMARINO es también un viaje en el tiempo. En un nuevo mundo de igualdad, feminismo y diversidad, la propuesta de miLUZAZUL Produce avanza un paso más y añade un tinte de irrealidad, encapsulando la acción en un espacio recluido, cerrado y asfixiante como el de un submarino mental que navega bajo las aguas, y creando una distancia emocional entre el hoy y el ayer manteniendo el artificio de una representación teatral a la vista, con los actores vistiendo de negro y superponiendo capas de vestuario para cada escena en una suerte de pantomima en la que, entre escena y escena, son los propios actores los que manipulan la escenografía acompañados de la música que evoca el paso del tiempo. Las escenas, ocurriendo año tras año, recorren sus vidas al compás del tic-tac del reloj. Su relación viene y va… aunque ni ellos saben ni de dónde ni hacia dónde. En escena, en la soledad y el vacío de una caja negra teatral, transcurre un nostálgico relato de otros tiempos que entre risas, peleas, lágrimas y más de un desequilibrio vital termina por hundirse como un submarino… ¿o no?

Representada continuadamente con enorme éxito en Argentina y Brasil desde 1998 como El submarino o también como Ping-Pong, esta comedia ácida, negra y corrosiva aborda una narrativa que toca a todos los seres humanos: los desconciertos en las relaciones de pareja. Y lo hace en un tono de comedia alegre y despreocupada pero sin quedarse flotando en la superficie. Más bien al contrario, entre carcajada y carcajada, el amor, y la pareja con él, se hunde sin remedio, en dirección hacia el fondo y arrastrándonos con él.

“¿Es posible”, señala el actor y director, “que, en definitiva, no seamos tan distintos a los demás como nos creemos? ¿No será que, en el fondo, todos llevamos una careta pero, por detrás, somos también terriblemente parecidos? ¿Es la convivencia el terreno más abonado para destapar nuestro egoísmo? ¿Qué es amar? ¿Cómo hemos aprendido, si acaso hemos aprendido? ¿A base de acierto y error? ¿Cuántas víctimas inocentes ha dejado atrás nuestro aprendizaje…? Uno de los ingredientes más importantes del amor es el humor. Mal va la cosa cuando no podemos reírnos de nosotros mismos”.