El Ayuntamiento de Colindres y los propietarios de la finca Villa Luz han alcanzado un acuerdo para poner «punto y final» a dos décadas de litigios y saldar la deuda de 2,2 millones de euros que mantienen con el Consistorio.
Javier Incera, alcalde de Colindres, ya ha firmado el decreto mediante el cual los dueños han hecho efectivo el primer pago de la deuda.
Esta primera amortización será en especie, es decir, mediante la transacción del palacete afrancesado, construido a principios del siglo XX por el arquitecto cántabro Joaquín Rucoba, y de la finca, que pasarán a ser de titularidad pública.
Asimismo, Incera ha dado a conocer que el equipo de Gobierno ya ha comenzado a dar «los primeros pasos» para que el inmueble albergue un Centro Integral de Servicios para las Personas Mayores, «en una reconversión similar a lo que se hizo en el pasado con la Casa de los Calzada, que se convirtió en la actual Casa de la Juventud».
Igualmente, los planes del equipo de Gobierno son trasladar a este inmueble los Servicios Sociales municipales.
«Hoy damos un paso definitivo, un paso de gran trascendencia, al cerrar un acuerdo histórico que permitirá a todos los colindreses recuperar de forma inmediata algo más de un millón y medio de euros a través de un inmueble y una finca de reconocido valor patrimonial», ha destacado Incera.
Y ha manifestado su compromiso para seguir trabajando en adaptar el palacete en un lugar de encuentro, de ocio y servicios que sirva para garantizar el bienestar y el envejecimiento activo de las personas mayores de Colindres.
De este modo, el alcalde se ha mostrado «tremendamente satisfecho» por haber encontrado una «solución definitiva» a un conflicto que se venía arrastrando desde el año 1999 y por haberlo hecho en unas condiciones «muy ventajosas» para las arcas municipales.
Según ha desgranado, el Consistorio encargó una tasación de la finca, cuyo valor se ha estimado en 1.583.000 euros, 30.000 euros por encima de la compensación solicitada por los propietarios.
Asimismo, el Ayuntamiento ha iniciado los trámites ordinarios para cobrar los 600.000 euros que corresponden a los intereses generados durante todos estos años que ha durado el proceso judicial, a los que hay que sumar las costas.
Incera ha indicado que el equipo de Gobierno lleva «meses» en negociaciones con los dueños de la finca y se ha congratulado por que la «apuesta por el diálogo» que reivindicó desde un primer momento haya resultado efectiva para poner fin a un conflicto que se había demorado en el tiempo. En este sentido, ha agradecido la buena disposición de todas las partes implicadas.
El alcalde ha indicado que el trámite administrativo para poder tomar oficialmente posesión de la finca durará «aproximadamente diez días», tras lol cual la propiedad pasará a ser del Ayuntamiento y, por extensión, de todos los colindreses.
ANTECEDENTES
Las discrepancias entre el Ayuntamiento y la familia Benítez Bringas se retrotrae a la aprobación en 1999 del Plan General de Ordenación Urbana, que protegía la finca y el palacete como sistema general de equipamiento, lo que propició la petición de expropiación por parte de los propietarios para que pasase a ser una dotación municipal.
A partir de ahí, tanto los propietarios del inmueble como el Ayuntamiento no se pusieron de acuerdo en el precio de adquisición, por lo que la familia solicitó al Jurado Provincial de Expropiación Forzosa de Cantabria la valoración del inmueble, a través del método de justiprecio, que se estableció en más de 1,5 millones de euros -incluidos los intereses-.
Esta cantidad fue aceptada por el Ayuntamiento de Colindres pero no por los propietarios de la finca, que recurrieron al Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), que se pronunció en 2008 estableciendo una indemnización mayor, en concreto, 5,3 millones de euros más los intereses por demora.
El Ayuntamiento de Colindres acudió al Tribunal Supremo para pedir que revocara el fallo y consiguió que el alto tribunal le diera la razón, obligando a la familia Benítez Bringas a reintegrar el millón y medio de euros que había desembolsado el Consistorio por la propiedad más 600.000 euros de intereses y las costas judiciales.
La finca de Villa Luz consta de 3.000 metros cuadrados, con magnolios y palmeras centenarias, y está situada junto a la Iglesia Nuestra Señora del Carmen de Colindres.