Viene del zoológico de Colonia, en Alemania; sólo habitan en Kenia y Etiopía; y está en peligro de extinción
El Parque de la Naturaleza de Cabárceno ha incorporado una nueva cebra macho de Grévy, una especie en peligro de extinción. La instalación cántabra se ha convertido en el único lugar de España donde se reproduce este taxón. El ejemplar, de 5 años de edad y llamado Silvestre, ha sido traído desde el zoológico de la ciudad de Colonia, en Alemania, con fines reproductivos para la buena conservación de la especie y siguiendo las recomendaciones del Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP) coordinado por la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA).
La experiencia del Parque de Cabárceno como centro pionero en la cría en cautividad de este taxón ha influido en la decisión, ya que la cebra de Grévy se reproduce con dificultad y, sin embargo, en las tres décadas de existencia de Cabárceno se han producido siete nacimientos, algunos de los ejemplares han sido trasladados a distintos zoos europeos.
El recinto de esta especie en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno tiene casi cuatro hectáreas y cuenta con una zona donde duermen y son alimentadas, así como con una amplia extensión de terreno. Asimismo, el espacio está dividido para separar a las hembras del macho reproductor y tener mayor control. Así, este ejemplar que ahora se encuentra en periodo de adaptación, conociendo a sus cuidadores y habituándose a su nuevo espacio, entrará en contacto con algunas de las ocho hembras del núcleo reproductor de Cabárceno próximamente. Es reseñable que los machos reproductores son solitarios, muy territoriales y no forman harenes como sí realizan otras variedades de cebra. Como rasgos distintivos, la cebra de Grévy es más voluminosa que la cebra común y tiene las orejas grandes y redondeadas. Todas las cebras tienen el pelaje rayado, aunque siempre con patrones diferentes, con una función que se cree que es de reconocimiento social, de regulación de temperatura o para confundir a los depredadores.
Viven exclusivamente en Kenia y el sur de Etiopía. Están en peligro de extinción debido a la escasez de agua y a la destrucción de su hábitat a causa del pastoreo. Suelen vivir de 15 a 20 años y su depredador más importante es el león.