El Vermouth Finca 27 es la primera elaboración comercializada de la familia Liaño-Sánchez
El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria, Pablo Palencia, ha destacado las posibilidades de crecimiento del sector viticultor de Cantabria en los próximos años a través del trabajo conjunto que se viene desarrollando con los enólogos y productores.
Palencia, que ha asistido en Santander a la presentación del vermut Finca 27 en la Cafetería del Centro Botín. Perteneciente a la bodega de la familia Liaño-Sánchez, ha vinculado este crecimiento al grupo de trabajo creado en la Mesa del Vino con el sector para impulsar un plan de trabajo que permita potenciar la producción, comercialización y promoción de productos. Además, ha considerado fundamental asociar esta actividad con el enoturismo, abriendo a los visitantes los productos y la actividad del sector del vino de la comunidad autónoma. El vermut Finca 27 es la primera elaboración comercializada de la familia Liaño-Sánchez, una pequeña bodega con viñedos en Polanco que recientemente se ha trasladado a Santander.
¿Y por qué Finca 27? Pues porque tienen exactamente 27 carros de tierra
Ramón y Edurne, dos amantes del vino, siempre pensaron que en Cantabria se puede hacer muy buen vino. Una comunidad que tradicionalmente siempre fue vinícola, donde se cultivaba la famosa uva hondarribi zuri en lugares como Monte y Cueto, aunque luego se dejó perder en pro de la ganadería extensiva. ¿Y por qué Finca 27? Pues porque tienen exactamente 27 carros de tierra —una unidad de superficie agraria que utilizamos en Cantabria—, entre Cuchía y Polanco. Solo hay 700 botellas de este vermouth y en En el Súper de los Pastores tenemos la suerte de tener unas cuantas. Elaborado sin azúcar de caña o de remolacha, como suele ser habitual en los más comerciales; prefirieron que el dulzor viniera de la uva Pedro Ximénez y por eso este vermouth no es solo para aperitivo, sino que es un vermouth más gastronómico que acompaña comidas y postres. Con aroma a nuez moscada, cardamomo, cáscara de naranja, higo, un puntito de regaliz y brioche, por las levaduras. Edurne y Ramón, además, sueñan con convertirse un poco en una escuela de vino. Se han formado ampliamente en el la cultura vinícola y les encantaría que esta cultura nos llegara a todos y por eso en su finca están terminando de preparar un pequeño centro de interpretación y catas. ¡Qué ganas! Bodega Liaño Sánchez