Aunque sólo hace 17 años que vive en Piélagos, Manuel Fuentes González se siente un vecino más del municipio. Por eso, ha querido donar al Ayuntamiento dos de sus obras. En concreto, sendos lienzos de grandes dimensiones pintados al óleo que plasman no sólo su mirada de los Urros de Liencres sino también su particular homenaje a la mujer pasiega y que ha entregado al alcalde, Carlos Caramés. De formación autodidacta, afirma que el “don de la pintura” es una “habilidad” que comparte con algunos de sus 13 hermanos, como el mayor que, antes de casarse, pintó para grandes empresas de Cantabria y, después, una vez afincado en Madrid, para clientes americanos.
En su caso, explica que sus comienzos en este arte se remontan al año 1974, unos meses antes de irse a realizar el entonces servicio militar obligatorio, cuando expuso parte de sus trabajos para sacarse “algo de dinero”. Manuel Fuentes reconoce que “no soy un pintor al uso” y es que, según cuenta, también le gusta la pesca, caminar y hacer fotos. “Los cuadros son un hobby ahora que estoy jubilado”, matiza.
El reflejo del municipio
Respecto a las dos obras que ha donado al Consistorio, subraya que son “el reflejo del municipio”.
Por un lado, aclara, un retrato a una forma de vivir, la de esas mujeres luchadoras que, además del trabajo en casa, bajaban de la Vega de Pas para vender sus sobaos y quesucos en otros valles como el de Piélagos, en el que, en muchos casos, tiempo después, fijaron su residencia. El otro, en alusión al de los Urros de Liencres, es “un clásico de la Costa Quebrada”, un entorno que conoce bien, pues este pescador aficionado suele “salir a jargos” en el tramo comprendido entre Somocuevas y El Madero.
En cuanto a la técnica elegida, a pesar de que también trabaja con la espátula porque tiene más carga de pintura y a la gente le gusta, en este caso optó por el pincel y el óleo al aceite, una pintura “que queda para siempre”.
Provocar emoción al verlo
Manuel Fuentes admite que un pintor autodidacta “tarda en hacerse más” porque, en su opinión, necesita años para sacar su estilo, saber componer, hacer una perspectiva bonita y plasmar la luz, a la que se refiere como “la madre de todo” porque es, a su juicio, “la que te despierta el ánimo”. “Hay pintores que dicen con poco mucho porque saben lo que quieren transmitir y no te lo dan todo hecho sino que lo tienes que ver tu”, opina este vecino de Piélagos.
En la misma línea, comenta que luego hay otro grupo en el que se incluye, el de los “pintores realistas normales”, puntualiza, que pintan lo que ven y buscan con su trabajo que éste provoque emoción al verlo.
“Ahora que estoy jubilado pensé que iba a pintar más”, reconoce Manuel Fuentes, quien defiende que, “si comercializas mucho, llega un momento que ya no sabes qué hacer”. Por ello, para él, “lo bonito es hacer algo que te atraiga, buscar el motivo”. De hecho, asegura que, en general, “pintar es un placer para el espíritu como al que le gusta cantar o hacer el deporte”. En su caso, puntualiza, “un honor”, pero algo que “nunca lo he hecho con ánimo de lucro”.
Por su parte, Caramés le agradeció la donación de las dos obras que, además de pasar a formar parte del inventario municipal, serán expuestas de forma permanente en dos lugares preferente para cada una de ellas.
En este sentido, avanzó que la obra de los Urros de Liencres se instalará en la Alcaldía al ser el espacio en el que tienen lugar las recepciones y reuniones, principalmente con personas que no son del municipio, para que puedan contemplar no sólo uno de sus rincones naturales más espectaculares sino también más característicos. Además, el regidor municipal hizo entrega a Manuel Fuentes del pin con el escudo de Piélagos para que siempre lleve este municipio, que ahora también es suyo, en el corazón.