La Guardia Civil de Cantabria, tras diferentes inspecciones en una tienda de Santander y en el mercadillo semanal en Noja, ha procedido a instruir diligencias en calidad de investigados, a 4 personas (1 natural de España y 3 de Senegal), como presuntos autores de delitos contra la propiedad industrial, al tener dispuestos para la venta diferentes artículos falsificados de primeras marcas comerciales.
Se han intervenido cerca de 450 artículos, que podían haber causado un perjuicio económico a las marcas, que rondaría los 30.000 euros, valor de estos productos vendidos en original y en tiendas. En el marco de las actuaciones que la Guardia Civil realiza para el control de patentes y marcas, en prevención de infracciones en materia de contrabando y delitos relacionados con la propiedad industrial e intelectual, tanto en establecimientos como en mercadillos, desde el pasado mes de septiembre, se habían detectado la venta de diferentes artículos que podían resultar falsificaciones. Inicialmente se llevaron a cabo indagaciones en torno a un establecimiento de Santander, en el cual, los agentes intuían que pudieran estar vendiéndose material falsificado.
Peritos de las marcas comerciales confirmaron estas sospechas, realizándose una inspección en el citado establecimiento. Como resultado de la misma, se incautaron más de 200 carcasas de silicona para teléfonos, así como diferentes complementos para móviles, como cargadores o cables USB. Todos ellos supuestas falsificaciones de primeras marcas relacionadas con la telefonía móvil. De esta primera actuación se instruyeron diligencias en calidad de investigado a un ciudadano español vecino de la localidad de Santander.
Mercadillos de Noja
Así mismo, se llevaron a cabo tres inspecciones en el citado mercadillo, donde los agentes intervinieron diferentes prendas de vestir y complementos. El resultado de estas inspecciones fue la incautación de más de 220 artículos, camisetas deportivas, zapatillas y bolsos y la instrucción de diligencias en calidad de investigados a tres varones de origen senegalés, responsables de los puntos de venta.
Imagen de la Guardia Civil de archivo.