Este sábado 16 de septiembre llega el primero de los siete estrenos previstos en la nueva temporada. Su título es ‘Pandataria’, se incluye en el ciclo de danza y se considera estreno porque, aunque se acaba de estrenar en Mérida, su representación en Cantabria será la primera que se lleve a cabo en un teatro cerrado. Será el sábado 16 de septiembre, con dirección y coreografía de Chevi Muraday, con Cayetana Guillén Cuervo y textos de Laila Ripoll y con la colaboración en el espacio escénico del artista Okuda San Miguel que aporta un enorme telón pintado.
Sábado 16 de septiembre. Sala Argenta. 19:30 h
Danza | Estreno
‘Pandataria’ / Dirección y coreografía Chevi Muraday
Dirección de escena David Picazo | Textos Laila Ripoll
Con Cayetana Guillén Cuervo, Chevi Muraday, Elio Toffana, La Merce, Basem Nahnouh y Chus Western
Diseño de iluminación: Nicolas Fischtel AAl
Diseño de escenografía: Chevi Muraday
Música original: Mariano Marín
Diseño de vestuario: Eudald Magri
Repetidora: Verónica Toro
Asistente de dirección: Vicky Mendizábal
Producción ejecutiva: Isabel Romero
Asistente de producción: Itziar Jiménez
Dirección de producción: Gachi Pisani
Con la colaboración en el espacio escénico del artista Okuda San Miguel que aporta un enorme telón pintado como un lienzo de la ‘Estrella kaos’
Duración: 75 min. Sin descanso
Pandataria es una isla perteneciente al archipiélago de las Pontinas, mar Tirreno y mide 1,54 kilómetros cuadrados. En la época de la dinastía Julio-Claudia, las mujeres del imperio que no se adecuaban a las normas (adúlteras, poderosas, independientes, políticas) eran exiliadas a Pandataria para lavar la imagen de la autoridad.
Julia la Mayor fue la primera y tras ella, su hija y su nieta en distintos momentos de su vida. La vida en el exilio en una isla tan pequeña y sin posibilidad de salir podía llegar a ser muy aburrida y asfixiante. Pero Pandataria como isla- prisión llegó a representar el paraíso de los olvidados.
Tras el imperio romano, en 1941, tres hombres de apellidos Spinelli, Rossi y Colorni acabaron en la misma isla- prisión bajo las órdenes de Mussolini. Habían puesto en duda la llegada al poder del dictador y fueron exiliados a Pandataria, que ya había cambiado de nombre a Ventotene. Allí, tras las huellas de Julia la Mayor y sus descendientes, ellos encontraron su propio paraíso y redactaron el texto que sería el caldo de cultivo de la Europa que conocemos hoy en día: el manifiesto de Ventotene, cuyo título completo es ‘Por una Europa libre y unida’.
Es curioso que, en un kilómetro cuadrado rodeado del mar Tirreno, con unas fronteras tanto físicas como ideológicas infranqueables los tres hombres soñaran con eliminar toda frontera del continente.
Y eso es Pandataria. El cajón de sastre, la isla prisión, la isla del marginado. Del que no forma parte de la norma, del que viene del lote defectuoso, del que no es un ciudadano legal. La isla de los que sobran, de los que tambalean el mundo, de los que no son válidos. No hay manual de instrucciones para saber quiénes son válidos y quienes no lo son, pero sabemos reconocer la transgresión y la apartamos. La encerramos en una isla de un kilómetro cuadrado por miedo a lo diferente.