Cada colilla contamina 50 litros de agua dulce o 10 de agua salada
El pasado miércoles, los miembros del grupo @mipueblolimpio, acompañados del educador ambiental @quiquebolsitas, y de otras 6 personas, llevaron a cabo una actuación en el entorno de la piscina natural de Ostende de Castro Urdiales.
El objetivo era visibilizar el problema ambiental que suponen las colillas que los fumadores desaprensivos van dejando en nuestros espacios naturales. Cada voluntario fue provisto de una bolsa e iba contando cada colilla que recogía. «Estaban por todas partes, en los caminos, en los senderos, en las zonas verdes, en la playa, debajo de las mesas de madera y hasta en las grietas de las formaciones rocosas de los acantilados» señalaban.
«Cabe recordar que cada colilla contamina 50 litros de agua dulce o 10 litros de agua salada, y tarda hasta 10 años en descomponerse, aunque las sustancias tóxicas que se quedan en el filtro permanecen durante mucho más tiempo en el entorno, contaminándolo» señalaban desde Mi Pueblo Limpio.
Dado que legislar y sancionar es «la única vía que entienden algunos», desde el colectivo se preguntan si, al igual que se hizo hace años, cuando dejamos de fumar en espacios cerrados a golpe de ley, no habría que vigilar y sancionar el acto de arrojar colillas al suelo. «Allí se defendía la salud de las personas, aquí nos jugamos la salud de nuestro medio ambiente» han indicado.
Así mismo, desde el colectivo han recordado que «en todos los estancos venden unas pequeñas carteritas-cenicero que cada uno puede llevar encima para ir depositando estos residuos altamente contaminantes».