24/11/2024

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Alfonso del Amo-Benaite: «Viva la Inteligencia Artificial»

Podría comenzar este artículo con la apócrifa frase salmantina ¡Muera la inteligencia! puesta en circulación por el padre de un ministro en los Gobiernos de Teacher, posteriormente practicada demasiadas veces y viendo cono se está recibiendo la inteligencia artificial tanto en nuestra Nación como en el resto de la Unión Europea bien podía hacerlo.

Anda revuelto el corral de los meapilas del buenísmo, los estatistas, los socio conscientes del «bien común» y toda esa pléyade que defiende el decrecimiento, ello a cuenta del advenimiento de la inteligencia artificial, que aunque la inteligencia les persiga ellos son más rápidos , pues lo único que parece haberse impuesto es la metástasis al cerebro. Parecen inexplicables algunas posturas como la que ha llegado a calificar de riesgo de extinción para la humanidad. ¡Ahí es nada!

Desde luego estos reaccionarios no están solos en la batalla, Europa es un continente envejecido y cada vez más descolgado del futuro, sabemos perfectamente que la sobre regulación que prepara la UE sobre Chat GPT Inteligencia Artificial frenará el avance y la innovación, es decir, están arremetiendo contra el futuro bienestar de la gente. Son malos tiempos para la libertad, el pleno del Parlamento Europeo de una UE cada vez más intervencionista aparece muy ufano por su votación destinada a controlar la IA, malos tiempos en su camino a la irrelevancia en el escenario mundial, aunque no hemos visto nunca que todos estos preocupados estén inquietos por el déficit, el cancerígeno gasto público o las malas prácticas de las administraciones públicas.

La Inteligencia Artificial (IA) es una revolución positiva para la gente que apreciará los beneficios en su vida ordinaria, ya que recibirá de las empresas y como consecuencia de ella, soluciones innovadoras en todos los aspectos de la vida cotidiana, lo mismo que en la forma de trabajar y gestionar los recursos escasos.

Mientras tanto seremos espectadores de los ataques y reticencias sobre la IA, como antes fue atacado el motor de explosión, los teléfonos móviles, internet o el trabajo en remoto, para seguidamente aprovechar la ventaja que la ciencia pone a disposición.

Hasta el momento los desahogados que hablan solo lo hacen para señalar todo tipo de peligros cuando el paso del tiempo demuestra que la tecnología ha sido siempre «domesticada» por el hombre poniéndola a su servicio, no es entendible que digan que las máquinas imiten la manera en que un ser humano aprende, es el humano quien alimenta a la máquina y decide que instrucciones la da, lo miso que decide la utilización de la dinamita, porque en el fondo están enredando las grandes corporaciones tecnológicas deseando quitarse competencia y que bajo un «supuesto control» ser ellas quienes puedan desarrollar la tecnología.

Los caminos inexplorados aún por la IA nos permitirán adentrarnos en espacios desconocidos sin considerar estúpidos a los ciudadanos y que serán abducidnos por ella, pues con formación e información sabrán como actuar, no se nos ocurre prohibir internet porque ahora exista un porcentaje de personas que no lo utiliza.

Los mismo que hemos oído y leído múltiples estupideces a cuenta del teléfono móvil e internet, debate terraplanista que salvo minorías muy radicalizadas no se sostiene ahora por el imparable avance y los modelos de empresa y negocio que ocupan espacios más relevantes en la economía actual, avances que han llegado a cuestionar dogmas de la progresía de salón, cuando la UE ha considerado la nuclear como energía limpia o los biempensantes que se escandalizaron a cuenta de la clonación de Dolly, ahora mudos como puertas ante el desarrollo de nuevos tratamientos para diversas enfermedades, precisamente como consecuencia del conocimiento adquirido.

La realidad es que muchos ven como pueden tambalearse sus modelos de negocio o formas de vida y como Luditas contemporáneos intentan destruir lo que temen oponiéndose al imparable proceso de destrucción creativa, que tal como estableció Schumpeter, son las empresas quienes deben adaptarse a las nuevas dinámicas para no desaparecer. Se destruye algo para crear algo nuevo, que habitualmente es mejor.

Aunque esperar como viene ocurriendo hasta el momento que la ciencia, la innovación , los avances que a todos benefician sean comprendidos por la caverna reaccionaria parece una entelequia, sobre todo porque pierden influencia sobre una sociedad que en diversos estratos lleva mal ser controlada , aunque eso si, tanto USA como la UE quieren controlar la IA, con el cínico «establecimiento de códigos de conducta voluntarios» . Ya sabemos lo que esto significa, control y restricciones para ciudadanos y empresas, a fin de cuentas los gobiernos son tan partidarios de las libertades individuales como los cacos de la luz de las farolas.

Autor: Alfonso del Amo-Benaite. Consultor de Mercados & Marketing.

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