El presidente del PP considera que sus candidaturas al Congreso y al Senado hablan de un partido ganador, que sale a conseguir una mayoría amplia y un partido con experiencia de gobierno, talento y compromiso con el servicio público.
Contrapone las listas del PP con las del sanchismo y sus socios, de partidos que se bunkerizan, que salen a perder; en medio de purgas, vetos y venganzas; de apaños, luchas de egos y sopas de siglas, sostiene.
Asegura que el 28M los españoles votaron cambio y el PP va a responder a esas expectativas con una mayoría suficiente que permita gobernar con la mejor fórmula posible: un Gobierno en solitario. Subraya que mientras que el PSOE se niega a cualquier acuerdo con el PP, al preferir a Podemos e independentistas, cada candidato popular sabe cómo lo debe hacer con la fórmula que concuerde con las circunstancias de cada lugar.
Marca como condiciones para formar gobiernos no frustrar las expectativas de cambio de los electores, no contradecir los compromisos y programas del partido y el respeto “de principio a fin” de la Constitución y a los ciudadanos. Confía en volver alcanzar acuerdos algún día con otro PSOE, pero mientras tanto no acepta lecciones sobre pactos, compromisos o el discurso del miedo al que apela el partido de Sánchez.
Asegura que el Gobierno está “muy desconectado de la realidad del país” si cree que puede presumir de gestión. “Si esto es lo que Sánchez cree que es la mejor España, le vamos a decir que no le vamos a dejar que nos enseñe la peor, que serían otros cuatro años de sanchismo”, apunta.
Ironiza con que si la gestión de España va “como una moto”, esta iría última en la carrera, con el motor gripado, casi sin gasolina, con el sidecar desenganchado y ya medio empeñada; con un Gobierno “demasiado grande y pesado” encima. “Lo que va como una moto son los precios de los alimentos y el incremento de las hipotecas”, indica.
Señala que la actitud de “insultar a los votantes y a su propio partido es la peor estrategia de un dirigente político” y afea la “nula capacidad de autocrítica” de Sánchez en medio de la “traca final” de colocación de afines en las listas, en los ministerios y en la Fiscalía.
Se muestra convencido de que Cantabria “tomará nota” de que Sánchez haya designado a Teresa Ribera su número 2, que bloqueó las soluciones para las electrointensivas y que incluyó al lobo en el Lespre, además de no adoptar medidas contra la sequía en otros territorios, derribar presas o cerrar centrales térmicas.
Agradece la ilusión con la que Cantabria afronta esta nueva etapa para la Comunidad y recuerda que siempre creyó que Buruaga e Igual ganarían el 28M, por su proyecto, trayectoria, ganas y pasión.