La presidenta del Partido Popular y candidata a presidir Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha asegurado en Astillero que su partido va a ganar las elecciones del 28 de mayo y estará obligado a gobernar porque la región no aguanta más de lo mismo: cuatro años más del “yo, yo, yo”, de ocurrencias y escándalos, con proyectos estancados y soluciones para “dentro de cien años”.
En su intervención en un acto de campaña en Astillero acompañada por el candidato a la Alcaldía, José Antonio García, la presidenta ha lamentado que en Cantabria se hable más del emérito y de otras ocurrencias, que de Sidenor, Ferroatlántica o de las listas de espera de la sanidad pública, que son las peores de España.
Frente a ello, el Partido Popular habla de lo que a los ciudadanos les importa, de las cosas del comer, de empleo, de bajar impuestos, de la industria o la ganadería, de crear una Cantabria con muchas más oportunidades para todos porque la región no puede seguir quedándose atrás y retrasar los proyectos por tiempo indefinido. “No podemos seguir escuchando que todas las soluciones son para dentro de cien años”, ha añadido.
La presidenta del PP ha reivindicado un cambio total para Cantabria, que parte de tres puntos muy sencillos, el primero, acabar con la demagogia, las falsas minas de zinc con 2.000 puestos de trabajo y los trenes a la luna, una demagogia que es para Cantabria un mal camino y solo la ha conducido a un callejón sin salida.
El segundo cambio es clave es ponerse a trabajar. Buruaga ha insistido en que ha llegado el momento de trabajar, pero hacerlo de verdad, planificando y ejecutando, haciendo seguimiento y marcando los tiempos para cumplirlos. No es hablar de la Pasiega en 2006 y que en 2023 no exista o de la protonterapia, durante dos legislaturas y no haber sido capaz de ponerla en marcha.
El tercer cambio que plantea Buruaga es escuchar de verdad a la gente, lo que tiene que decir, no lo que cada uno quiera oír, para acabar con los monólogos del club de la comedia que no tienen fin porque los proyectos no salen adelante, los inversores huyen, los empresarios se desesperan y el talento se va”.
“Proponemos seriedad, trabajo, diálogo. Quizá parezca una obviedad, pero esto en Cantabria será una revolución total: la revolución de la normalidad, porque esta tierra está siendo víctima de la falta de rigor, de la falta de trabajo, de la falta de diálogo”, ha incidido.
Para poder impulsar el cambio en Cantabria, la presidenta popular ha pedido a los ciudadanos que pongan en manos del PP una mayoría para gobernar, porque las encuestas lo dejan claro: O Buruaga o Frankenstein, es decir, o un gobierno del Partido Popular con una amplísima mayoría, o un Gobierno Frankenstein presidido por Revilla con Sánchez y Podemos que sería la puntilla para Cantabria.
“Revilla hace tiempo que ya no dice que va a ganar, solo dice que va a ser presidente, pero solo puede serlo con Podemos, porque al PRC y al PSOE no les va a dar la suma. Así que o es presidente con Podemos o no lo será”. Y ha insistido en que Revilla, “querrá ser presidente a toda costa, gane las elecciones o las pierda y si gobierna con Sánchez y Podemos, “sería la puntilla para Cantabria”.