Unas 200 personas de todos los territorios afectados por los polígonos eólicos se han concentrado en Molledo para reivindicar que no queremos ser zona de sacrificio y manifestar que no aceptamos que nuestros montes sean destrozados por estos proyectos bajo el lema ¡ POR UNAS MONTAÑAS VIVAS, PAREMOS LOS POLÍGONOS DE EÓLICOS!
Este es un proceso largo y ridículo que atenta contra el sentido común y la vergüenza. Chapuzas que se cimientan sobre la base de la ilegalidad, la estafa y la inmoralidad. Esto no trata sobre polígonos eólicos y mucho menos sobre una crisis energética, esto es una declaración de intenciones en toda regla.
Los polígonos industriales eólicos son solo la punta del iceberg de de todo un plan extractivista en el territorio en el que cada vez los pobladores pintamos menos. Un espacio que abriría la veda para todo tipo de las barbaridades que alimentan un sistema económico y de consumo al borde del colapso. El cambio de uso de nuestros suelos implicaría un cambio irreversible y decisivo en el territorio y por tanto en nuestras vidas. Porque es importante tener presente que el territorio lo es todo: no tiene sentido desarrollar proyectos económicos, sociales, energéticos o comunitarios en una tierra condenada. El territorio es la base de todo y defenderlo ha dejado de ser una opción , es una necesidad urgente. Porque si hay algo que tiene sentido en esta vida es defender el sitio del que sale el agua que te da de beber.
Si algo representa el territorio es la expresión máxima de la dignidad y eso es lo que se está pisoteando con estas propuestas. Que unos mafiosos arrasen allá por donde van se entiende, son mafiosos. Pero nadie entendería que una madre y un padre no cuiden a sus hijos o que uno deje que el viento y las inclemencias tiren abajo su casa.
Nuestro gobierno ha sobrepasado el último límite de la desfachatez: anteponer los intereses estrictamente económicos de empresas privadas a la democracia misma. Esto es algo muy preocupante y peligroso que compromete seriamente muchos otros aspectos de nuestras vidas. Los consejeros se han permitido el lujo de afirmar que la voluntad del pueblo (materializada en las juntas vecinales, propietarias legítimas de la tierra) no son ni siquiera algo a tener en cuenta y este atropellamiento e impunidad es inadmisible. El conjunto de estrategias, triquiñuelas y aprovechamiento de vacíos legales o la misma violación de leyes son la representación de que este gobierno se han posicionado claramente en contra del pueblo al que representa.
Podríamos hablar nuevamente de que toda esta energía no es necesaria , de que se trata de una burbuja económica, que no tiene nada ni de eco ni de lógico, que tiene un impacto económico, ambiental y social negativo irreversible pero para eso cualquiera puede entrar en internet.
Lo que importa ahora es concienciar sobre la necesidad y urgencia de la implicación individual de cada una de las personas de defender nuestro territorio porque nadie más lo hará. Es ahora o nunca. Porque los nietos y las nietas de las personas que levantaron los muros y abrieron los caminos, nunca nos desligaremos de está tierra y porque tenemos el deber natural de proteger este legado.
Ni uno solo de estos proyectos debe de llegar a puerto y para ello, más que nunca hace falta la unión de todas las personas porque esto lo vamos a parar con la ley en la mano. ¡No vamos a ser zona de sacrificio!