El portavoz y candidato del PSOE a la Alcaldía, Daniel Fernández, ha advertido de “retrocesos en los derechos de las mujeres santanderinas si los números dan para una coalición PP-VOX en el Ayuntamiento de Santander después de las próximas elecciones”.
Así lo ha trasladado en la presentación de la jornada ‘La ciudad de las mujeres’, organizada por el PSOE de Santander, con la experta en urbanismo y perspectiva de género, Sonia Puente, y la visión de mujeres de distintos ámbitos y generaciones, como las candidatas socialistas Toñi Mora y Rosa Pereda, además de María Ángeles Ruiz-Tagle, directora de la Asociación Consuelo Bergés y Sara Li Sánchez, estudiante de Bachillerato y Conservatorio.
El portavoz socialista ha recordado este martes en nota de prensa que “Santander lleva dos años sin presupuesto por la inestabilidad de los acuerdos entre las derechas”, y que “el presupuesto en vigor es el prorrogado de 2021, con recortes en Igualdad a los que accedió el PP a cambio de la abstención de VOX”. “Confío en ganar las elecciones y formar un Gobierno de progreso con un alcalde socialdemócrata, pero todos tenemos que tener muy presente que la alternativa es un gobierno del PP con la ultraderecha que seguirá llevándonos hacia la decadencia, con recortes en derechos y más retrocesos sociales”, ha agregado Fernández.
Por el contrario, el candidato del PSOE ha anunciado que creará una Concejalía de Igualdad específica con una mujer al frente y que será transversal a todas las áreas de Gobierno. “Asumo el compromiso de hacer una ciudad más igualitaria y feminista”, ha garantizado.
Por su parte, la también candidata socialista, Toñi Mora, ha avanzado medidas para identificar los “espacios del miedo” en Santander y para combatirlos con “mayor vigilancia y mejor iluminación y transporte público”, así como ‘puntos violeta’ “extensos, fijos y distribuidos por toda la ciudad” que atiendan a las mujeres en caso de ser agredidas, además de “una App de llamada y localización rápida para prestar ayuda inmediata”.
Mora, directora del ICASS y número 2 del PSOE al Ayuntamiento de Santander, ha defendido un “pacto social por la corresponsabilidad” en una ciudad que tiene 91.109 mujeres, de las que casi 3.000 tienen dependencia reconocida atendidas por sus familiares, que en un 74% son mujeres. “1620 santanderinas que están cuidando en exclusiva a sus familiares”, ha subrayado.
“Luz y barreras”
Por su parte, la escritora y periodista, Rosa Pereda (número 6 de la lista del PSOE) ha destacado que “la luz y las barreras” son “temas que tienen que ver con la calle”. “Son muchas las chicas y mujeres agredidas por la noche. Agredirlas es un delito y salir solas su libertad”, ha aseverado.
Respecto a las barreras, Pereda ha recordado que “son las mujeres las que llevan carritos y sillas de ruedas”, que “chocan con las terrazas por donde no pueden pasar”. “Barbaridades que conocemos en esta ciudad y que se arreglarán si las cosas cambian, que cambiarán”, ha vaticinado. “Veo feministas nombrando plazas y espacios públicas. Calles por las que caminan mujeres seguras. Mujeres con salarios iguales, que pueden disfrutar de su tiempo de ocio. Mujeres que pueden desarrollar sus potenciales creativos, en igualdad con los varones”, ha reivindicado. Y ha explicado “la paradoja de que siendo las mujeres las mayores consumidoras, sigan sin ser las creadoras lo suficientemente visibles y sigan estando los centros de decisión mayoritariamente ocupados por varones”.
La ciudad de las mujeres
La experta en urbanismo y perspectiva de género, integrante del Jurado Internacional que ha validado el Modelo de Ciudad de Santander para 2055, Sonia Puente Landazuri, ha defendido introducir “la diversidad de las personas a lo largo del ciclo de la vida en el diseño de las ciudades, que se han diseñado “con criterios economicistas desde el siglo S XIX”.
Puente Landazuri ha señalado la estadística de que el 85% de las personas que dejan su trabajo para dedicarse a los cuidados “todavía son mujeres”. “La realidad todavía es así”, ha recalcado, por lo que defiende “la perspectiva de género a la hora de cuidar ciudades y los territorios”.
“Claro que lo económico es importante, pero si ponemos en el centro a las personas, si ponemos en el centro no sólo el trabajo productivo sino también el de los cuidados, pensaremos en otras necesidades que no son sólo las de coger el coche para ir al trabajo”, ha agregado.
Así, ha defendido “la madurez e independencia que brinda a los niños caminar solos hasta el colegio”, la “autonomía que da a las personas mayores tener bancos y mobiliario público frente a la privatización del espacio con las terrazas de hostelería”, que también “afecta a la movilidad de personas con discapacidad”.
“Si no es amable para las mujeres no es amable para nadie”
La directora de la Asociación Consuelo Bergés, que atiende a mujeres víctimas de violencia de género, María Ángeles Ruiz-Tagle ha recordado que “somos el 54% de la población”. “Si la ciudad no es amable para las mujeres no es amable para nadie”, ha sentenciado, al tiempo que ha insistido en la petición de la Comisión 8 de marzo de cambiar el nombre de la calle General Dávila por el de ‘Paseo del 8 de marzo’.
Por su parte, la estudiante de Bachillerato y Conservatorio, militante de Juventudes Socialistas de Santander, Sara Li Sánchez, ha lamentado que las mujeres jóvenes siguen recibiendo consejos como “no cruces esa calle o no atravieses ese parque”. “Lo que pedimos es poder realizar lo que queramos sin depender de qué hora sea, sin depender de que sea de día o de noche, de la misma manera que disfrutan los hombres de todo”, ha expresado.
“A mi edad lo que más apetece es salir, pero no es posible sin medios para que podamos volver sola a casa sin tener miedo. Aunque volvamos acompañadas, hasta con mi madre, seguimos teniendo miedo porque un señor me persigue o porque me va a salir alguien de ahí”, ha revelado. Y ha apostado por medidas que “marcan la diferencia”, como que “la luz se encienda sola al llegar a casa o que se cierre la puerta cuando entras en el portal”.