Una empresa andorrana ha comunicado a la Presidenta y máxima responsable de BANCO SANTANDER, S.A., Ana Botín, una serie de acciones de determinado personal de la entidad bancaria que, según la propia compañía andorrana, «está causando un importante problema, económico y de imagen» en dicha compañía.
De una forma muy pormenorizada y extensiva hace públicos los nombres de varios directivos del Banco Santander que tienen su oficina laboral en la sede de la entidad, en la Ciudad Grupo Santander , situada en la Avenida de Cantabria en la localidad de Boadilla del Monte. Copia de la citada misiva de la compañía tiene el Managing Director, Head de Energía, Global Debt Financing. Con este trabajador del Banco Santander, según fuentes de la compañía de Andorra, «se había llegado a un acuerdo, pero ha ido más allá de lo profesional», es decir, se ha extralimitado de sus funciones como trabajador del Banco Santander y, en teoría, ha intentado obtener un lucro personal de una operación financiera.
Términos de la operación financiera.
«El Inversor es consciente, a la firma del presente Acuerdo, de que la colaboración con esta empresa no se extenderá al asesoramiento sobre aquellos aspectos específicos que requieran un asesoramiento independiente y especializado; en particular, auditoría financiera, asesoramiento legal y fiscal que eventualmente pueda ser requerido con objeto de estructurar y ejecutar las Operaciones. Se hace constar asimismo que dicha empresa andorrana actúa en virtud del presente Acuerdo como intermediario independiente, y no en condición de agente o representante fiduciario del Inversor al que no tienen derecho a vincular. En ningún caso el presente acuerdo deberá ser interpretado o considerado como un mandato expreso o tácito a favor de la misma o de sus representantes a los efectos de suscribir por cuenta del Inversor cualesquiera documentos referidos o relativos a las Operaciones, los cuales en todo caso deberán ser suscritos por el propio Inversor a través de personas con poderes suficientes al efecto».
Una vez que hubo acuerdo entre las partes la compañía andorrana comenzó a proporcionar información de proyectos tanto en España como en terceros países como Italia y no solo en el ámbito de las energías renovables sino también en el tan actual como el hidrógeno verde. El siguiente paso entre la compañía y el trabajador directivo del Banco Santander fue abrir una cuenta corriente en la entidad a través de la que operar.
En la carta enviada a Ana Botín se expresa que «siendo lo anterior cierto, es igualmente cierto que nuestro interlocutor, Sr. Marco y en su defecto, la persona en la que este había delegado, Sr. González-Trevijano, han hecho caso omiso del acuerdo existente, no atendiendo ninguna de las llamadas que nuestro cliente les ha efectuado, no respondiendo a ninguno de sus correos, sin que tampoco haya dado contestación al remitido por este despacho a los solos efectos no solo de conocer que está sucediendo sino también, ver si la situación podía reconducirse y dar cumplimiento al contrato existente».
Debido a la extrañeza que la compañía andorrana tiene sobre la actitud del Banco Santander se expresan en términos como «anormal comportamiento por parte del Sr. Marcos y su equipo, además de ligeramente cobarde, esconderse detrás del escudo de un banco como el que Vd. preside es de personas sin carácter, deja entrever la existencia de posibles intereses personales, que no del banco, que van más allá de las funciones y atribuciones del Sr. Marco, su puesto y sus responsabilidades».
Además, la empresa expone de esta forma que a continuación reproduce Cantabria Directa algunos de los términos empresariales, en los que aporta datos como las energías renovables. «Es importante destacar que este cambio surge con posterioridad a la adquisición por parte de su entidad de un proyecto de energías fotovoltaicas en León, mediante la compra a la entidad IMESAPI, socio mayoritario, de una SPV sobre la que en principio mi representada tenía un derecho de adquisición tampoco respetado por la entidad vendedora y cuyo CEO curiosamente hizo gala de las mismas formas y maneras que el Sr. Marco. A modo de ejemplo y sin carácter limitativo le indicamos que a solicitud del Sr. Marcos Alonso-Martínez dimos curso a relaciones que manteníamos y mantenemos con empresas como Repsol, Societé Genérale y Fertiberia para la realización de colaboraciones en proyectos de energías renovables y de producción de hidrogeno verde. En el ámbito de la colaboración entre la empresa y BANCO SANTANDER se compartió con el Sr. Marcos información sobre proyectos de interés para Repsol dado que el Sr. Marcos se comprometió a financiar aquellas operaciones en las que Repsol fuera el comprador final».
En la extensión de datos por parte de la empresa andorrana aporta datos de relaciones entre empresa y Banco Santander que ‘dibuja’ parte de lo sucedido entre la empresa y la entidad financiera. «El Sr. Marcos pidió y se le consiguió una reunión con el presidente de Societé Genérale, Sr. Donato González, a la que sin excusa y sin comunicación alguna de su no asistencia, no acudió dejando a todos como vulgarmente se dice, plantados. Este mismo comportamiento se produjo en relación con el Ministro de Energía, Desarrollo Económico y Tecnología de Polonia, el señor; Waldemar Buda. Y como no podía ser menos, en su línea, repitió su comportamiento con el Presidente de Fertiberia, Sr. D. Ignacio Goñi con el que esta empresa en virtud del acuerdo alcanzado con su entidad, había acordado un Offtaker sobre los proyectos que la empresa tiene de H2″.
Además de estos datos en la misiva se adjunta que «obviamos en este correo solicitudes personales que ha efectuado el Sr. Marcos». A modo de conclusión en la carta que ha sido enviada a Ana Botín, Presidenta del Banco Santander, se expresa que » a la vista de las personas que mencionamos y su posición en el sistema financiero y empresarial nacional, el vacío y el desprecio a lo acordado evidenciado por el Sr. Marco y su equipo ha causado graves perjuicios tanto reputacionales como económicos a la empresa. No solo hablamos de un claro perjuicio económico, en nuestra opinión perjuicio también para su entidad, sino un más grave perjuicio de imagen y credibilidad en la palabra de la empresa y su administrador, más perjudicial si cabe que el económico y de muy difícil cuantificación y reparación ya que en el mundo en el que nos movemos, la credibilidad empresarial y personal lo es todo».
Por último, la empresa andorrana manifiesta en dicha carta que «queremos manifestarle que la intención es exigir el cumplimiento del contrato y con ello la formalización de las operaciones ya presentadas, solicitándole una reunión con quien Vd. designe a los efectos de poder disponer de un interlocutor válido y con quien nuestro cliente pueda trabajar en beneficio de Banco Santander y de la empresa».
La empresa andorrana, según ha podido conocer Cantabria Directa, tiene como objetivo enviando esta carta a Ana Botín, «la transparencia empresarial y de relaciones bursátiles tanto de su empresa como de una entidad de primer orden mundial como es el Banco Santander».